Bueno, bueno, si es que Dior los cría y ellos se juntan que se dice (más o menos). Si muchos pensábais que París sólo era la ciudad del amor, de los paseos por el Sena o de los museos, estáis muy equivocados porque hay grandes fiestones o sino que se lo digan a ellas. Sobre las líneas tenéis la prueba de lo que se traduce como una resaca de ibuprofeno y guardar cama todo el día. Y es que a Christina Ricci le dio por salir a celebrar y se lo tomó en serio, vamos que para mi que se bebió hasta el agua de las cisternas porque, virgen del abrigo de pana, esa cogorza es digna de pasar a la posteridad.
Ahí la tenemos en la pista de baile dándolo todo con otros dos figuras y la persona que hacía las fotos al que hay que dar la enhorabuena por semejante documento gráfico, enfocadas y descuadradas por todos los lados, pero desde luego estaba sembrada la chica, vaya jardín... Así la tenemos con esa típica expresión que fácilmente sea la de utilizar cualquier cosa que se te pone a mano como micrófono para cantar la canción que pinchan en ese momento, da igual un vaso, que una cámara de fotos, que la mano de tu amigo. Luego tenemos otras de "no me tengo" directamente pero para eso te tengo a ti y te quito la corbata, la de "se me escapa el vestido por todos los lados" e, incluso, momento estufa, calentando al personal... Vamos de diez...
Pero si de borracheras y de fiestas hablamos parece que no puede faltar ella, Lindsay Lohan que aunque tenga esa cara, parece que está mucho más sobria que el resto del personal. Si es que no podía salir nada bueno de esa unión...
Lo más gracioso es encontrarse también a Dita Von Teese toda formalita, ahí sentada, sin dar una guerra entre semejante escenario.
Christina tú de esta no recuperas tan fácilmente...
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