Pues ya la reconciliación es un hecho firmado y recontrafirmado, sellado y archivado, ya no hay duda de que Amy Winehouse ha vuelto a los brazos tatuados y cicatrizados de su ex-marido, Blake Fielder-Civil. A pesar de que ya hace algún tiempo vimos unas imágenes de la pareja en actitud cariñosa y que ya pintaba en bastos, ahora ya es público y notorio y los propios protagonistas proclaman su amor a los cuatro vientos.
Así de agarraditos les vimos la pasada noche en las calles londinenses donde la pareja salió a celebrar el 28 cumpleaños del chiquillo (madre mía, sólo 28 años y estás así, ni imaginármelo quiero a los 50…) en un club de jazz de la capital. Según los presentes en el evento, para empezar ya Wino pidió que se la tratase de Mrs Fielder-Civil (primera en la frente), y durante toda la velada se estuvieron haciendo carantoñas, como dos tortolitos recién enamorados, todo muy romántico ello a pesar de que a mi se e esté revolviendo la entraña.
Pero es que no sólo eso. Dado el afán de la cantante por facebook, hace unos días publicó que “el Rey y la Reina de Camden están otra vez en casa”... yo no sé si es que ya han vuelto a vivir juntos o qué, pero esto es la historia de nunca acabar. Y desde luego si no lo han hecho todavía, no tardará mucho Blake en trasladar sus trastos a la morada de la chica.
Si de algo estoy segura que a los padres de estas criaturas del espacio esta situación no les va a hacer ni pizca de gracia, pero es lo que hay. Yo, la verdad que mientras sigan así bien (por decir, porque él me da un repelús que no lo sabe nadie), ahora bien, quien tuvo retuvo, así que veremos a ver si no acaban igual de mal que la última vez, más colgados que una percha.
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Vía | Daily Mail