Estos potentados del petróleo sí que saben hacer fiestas. Resulta que esta semana se inaguró una isla artificial en Dubai con un “modesto” hotelito de esos de a 30.000 euros la noche y claro, eso merecía un fiestorro en condiciones y no fuera a ser que le sentara mal a algún famoso el quedarse sin ir que decidieron invitar a unas 2.000 celebrities de todas partes. Vamos, un despiporre fiestero en condiciones.
Despiporre porque lo de comer y beber fue como para tener reservas hasta Navidad. El Dom Perignon por barriles casi, 1,7 toneladas de langosta, 4.000 ostras, 50 kilos de hígado de ganso, 1.000 huevos de codorniz y 5.000 piezas de sushi. Vamos lo que pone un ciudadano medio cuando van sus cuñados a cenar en Nochebuena.
Lo de invitar a tanto famoso tiene ventajas e inconvenientes, porque la verdad, juntas la churras con las merinas que diría mi abuelo. Lo mismo aparece Sarah Ferguson y se cruza en el baño con Lindsay Lohan y la Ronson (esta fue a hacer de pinchadiscos), o consigues que estén en la cola de las copas Boris Becker y dos de sus ex.
Por allí pasaron entre otros, Denzel Washington, Robert de Niro, Charlize Theron, Mischa Barton, Linsay Lohan y su DJ, Mary-Kate Olsen, Agyness Deyn o Lili Allen. Si olvidarnos de Kylie Minogue que dió un conciertito. Unos mezcladillos interesantes se debieron de hacer en esos típicos corrillos que se forman delante de las bandejas de las gambas con gabardina. Lo que yo no entiendo es por qué no se deciden a invitar a nadie de Poprosa para que cubra la noticia.
Vía | El Mundo