Coquetos somos todos, hasta los que vienen de la realeza más pura y casta. Y si no que se lo digan al príncipe Guillermo, que debe de estar algo acomplejado con su alopecia y no le apetece que salga toda la calvorota en plena portada de la Vanity Fair. Así que si los famosos se hacen retoques... ¿Por qué no se los podría hacer él? Dicho y hecho.
Y es que al príncipe Guillermo se le ve el cartón y se le ve mucho, eso es un hecho. Y una cosa es que aparezca de frente o de perfil, que ahí como que no se nota, y otra muy diferente que vaya la cámara y le saque casi un plano picado de la cabeza y eso parezca un helipuerto en mitad de la selva. Así que muy discretamente les habrá pedido que eso se lo espesen un poco a ver si conseguimos aparentar un poco y de paso darle protagonismo a Kate y al niño (que todo sea dicho, es una ricura)
Y no es la primera vez que se les cuela el photoshop a la casa real, que va. Con motivo de la boda, la revista Grazia puso a Kate Middleton de portada con una cintura de avispa que no había manera de que nadie se la creyera. El que quizás haya pasado menos por el pincel ha sido el príncipe George, que sólo le dieron un tono más rosado a sus mejillas en un semanario estadounidense. El photoshop no entiende de clases.
Vía | Vanitatis
Foto | Vanity Fair y y GTres
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