La contaminación ha acabado con todas las partículas de amor que había en el aire de este culebrón turco al que, aunque no lo veamos, le hemos cogido un cariño inmenso por sus marchosas promos al ritmo guatequil del temazo 'Love is in the air' de John Paul Young. La historia de Eda y Serkan ha llegado a su fin y nosotros sabemos cómo las cabecitas pensantes de la novela turca han decidido que acabe este romance que comenzó con la alerta de pulsaciones altas del smartwatch del buenorro turco cuando tenía cerca a su proyecto de churri. Spoiler: en el capítulo final, no resultó ser todo un sueño del Antonio Resines de Estambul.
Aunque en España aún quedan unos meses para finiquitar el carrusel de emociones por los que pasan los protas de 'Love is in the air' en cada capítulo (a veces creo que estoy viendo una secuela de 'Múltiple'), en Turquía nos llevan algo de ventaja con la serie (y con la tecnología en injertos capilares) por lo que ya saben cuál es el trepidante desenlace de la telenovela.
Podemos decir que los Bisbal y Chenoa turcos, a diferencia de los españoles, tienen un final feliz. Tras la acojonante caída de Eda por las escaleras (que duró entre media y tres cuartos de hora, por dar algo de dramatismo), tanto ella como el bebé que espera están más sanos que una rosa. La prota ha demostrado tener una resistencia gestante solo vista hasta la fecha en Pilar Rubio, la única mujer del mundo que se recupera del embarazo antes de haber parido.
Como era de esperar, el capítulo final se centra en la llegada del bebé al mundo, plasmando los últimos 4 meses del embarazo en un sólo episodio: porque claro, todo el mundo sabe que llevar un niño de 4 kg en tu vientre es pan comido, eso se pasa volando... (#ModoIroníaON). El nombre elegido para el niño es Alps, un precioso homenaje al hogar de Heidi.
El niño llega sin avisar, como si fuera un mal retortijón o un cuñado molesto que viene a hacerte una visita, en una carretera fuera de la civilización y con el coche averiado sin rastro de la presencia de Joseba de Carglass ni ninguna matrona para arreglar alguno de los dos estropicios a los que se enfrentan Eda y Serkan.
Finalmente, los papis de la criatura lo reciben en mitad de la nada mientras que Aifer tiene un affaire con un señor que la atropella en un parking y Melo encuentra el amor en el hospital en el que debería haber dado a luz Eda, donde todos los familiares y amigos esperaban su llegada para, como buena familia gitana, apoyar y dar la bienvenida a Alps.
Eda despide la serie con este emocionante speech
Es el personaje de Hande Erçel quien despide para siempre la serie con un emocionante mensaje en voz en off, que viene a ser como el culmen del dramatismo de la serie, el orgasmo del culebrón.
Eda viene a decir que su amor por el personaje interpretado por Kerem Bürsin, al estar en el aire, ha seguido el curso natural de la respiración entrando en sus pulmones y colándose en su corazón. Todo esto, con una preciosa estampa familiar de fondo en la que ya se ve a los dos niños creciditos demostrando la efectividad de tomar un petisuis al día y hacer llegar a tus hijos sufrir una sobredosis de Pediasure:
"A veces la vida presenta a una persona con sorpresas que son incluso mejor que sus sueños. A veces una persona se crea su propia suerte. No debes rendirte, perder la esperanza, no importa lo que ocurra. Y este hombre, al que una vez odié... Mi amor, mi corazón, mi marido. Serkan Bolat. Qué bien que llamé a su puerta. Qué bien que me abrió su corazón", ha arrancado la prota proclamando su amor a los cuatro vientos mucho más tranquila que cuando tuvo que parir en mitad de un bosque.
Eda ha continuado su epopeya amorosa, que entrará en el examen de selectividad de literatura en Turquía, subrayando que eso de "hasta que la muerte nos separe" es imperativo en sus vidas: "Ahora tenemos una larga vida llena de sorpresas. Juntos con mi hija y mi hijo. Nuestro cuento continúa. Tres manzanas cayeron del cielo. Una para la que lo cuenta. La segunda para el que lo escucha. La tercera es para el que lo vio. Te amo locamente, Serkan Bolat", finiquitaba esta historia de amor que comenzó como un mero trámite, burocracia barata, y acabó con una intensa historia de amor solo equiparable a la de Karina y Juan Miguel o Chelo García-Cortés y José Manuel Parada.
Vía | Sensacine
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