La cantante británica ingresó el pasado lunes en el hospital como ya os comentamos. Las noticias no son muy buenas sobre su estado de salud, y tras especulaciones del tipo de tuberculosis, el diagnóstico parece que es enfisema pulmonar causado por fumar crack y tabaco.
En este momento Amy se encuentra entre la espada y la pared: o deja las drogas o además de dañarse por completo su voz, podría morir si tiene un nuevo colapso. Con ello, ha prometido que dejará las drogas y su padre ha amenazado a los traficantes de su hija que si se acercan a ella tendrán que asumir su responsabilidad, además de negar la posibilidad de que se ponga en contacto con "amigos" como Peter Doherty.
Esta situación va a hacer que sus citas musicales puedan suspenderse ya que los médicos piden reposo y no acercarse a la tentación. Festivales como el Rock in Rio podría tener que prescindir de ella, pero todo sea por una buena causa y que se cure.
Vía | El País