Una soleada mañana de domingo en la campiña inglesa, un banco rodeado de maleza, mucha comida y bebida. ¿Puede algo estropear semejante imagen idílica? Si, Amy Winehouse y su novio (¿o era marido?) medio despelotados y con su sempiterno aspecto de colgados en mitad de la misma.
Por cierto, que, a la vista de su ya bastante duradero aspecto demacrado, la diva del neo-soul debería plantearse grabar una versión de el clásico Huesos de Los Burros. Huesos, huesos, tu eres sólo huesos unidos por muy poca piel... Y otra cosa, ¿tu de quién eres? ¿Amy o Duffy?
Vía y fotos | Yeaaah! y Pinkshines