En serio, me ha dado como impresión ver a Rihanna tan modosita en la portada de 'Harper's Bazaar', es que de verdad, me ha costado reconocer a la muchacha, acostumbrada que nos tiene a pelos de colores, pendientajos raros, transparencias, pezones juguetones y demás. Vamos, que unos cracks al vestirla de blanco y dejarla con el pelo al viento. De hecho la veo guapísima.
Si os dais un paseíllo por el enlace comprobareis que no todas las fotos son así, más o menos, porque telita la elección del estampado con las botas leopardosas, pero desde luego esa sensación de casi cero maquillaje, si hasta parece que se han ido los tatuajes a los que tanto gusto le ha cogido, que sólo se intuyen un par de ellos. Lo que sí es cierto es que la chica está menos voluptuosa que antes, que hasta ella lo dice. Rihanna echa de menos una parte en concreto de su anatomía.
Hecho de menos mi culo. ¡Simplemente se fue! Necesito un culo. Tengo el principio de uno, pero no está desarrollando su potencial completo ahora mismo.
Es muy curioso que comenta que ella sólo es rebelde a través de su ropa, pelo y tatuajes, pero que en su vida amorosa es muy conservadora, inexistente, dice. Hija, pues para que te salga toda como con Chris Brown pues casi me quedo yo con la vida inexistente, que es más sana para la salud.
Vía y Foto | Harper's Bazaar En Poprosa | Rihanna, todas las notas merecen vivir, ¡no sólo las que no te cuestan! En Poprosa | Los Fashionistas de la Semana: Rihanna, no sin mi Instagram y sus efectillos