Parece ser que Paul Newman nada más acabar la sesión de quimioterapia que llevaba recibiendo desde hace unos meses ha anunciado a su familia que prefiere morir en casa. Y es que, aunque hace unos días, el agente de Newman desmintió los rumores de que tuviese cáncer terminal de pulmón, recientemente han confirmado que al actor de 83 años tiene los días contados. Por este motivo, el actor decidió abandonar el hospital e irse a pasar los días que le restan en compañía de su mujer Joanne Woodward, no sin antes arreglar todos los papeles relativos a herencias. Según una fuente del Dailymail:
"Paul no quería morir en el hospital. Joanne y sus hijas están abrumadas."
Esperemos que lo que le reste de vida a este gran hombre del cine lo haga en amor y compañía de los que le quieren.