Normal, con la vida tan estresante y ajetreada que tiene esta mujer, ¿quién no daría lo que fuese por escapar del continuo acoso de los paparazzi y echar una cabezadita? Si al final vamos a tener que excusarla y todo, lo que faltaba. Bueno, al grano, así grosso modo que Paris Hilton llegó casi una hora tarde a un acto de promoción en Tokio porque se quedó dormida.
Sí, sí, como lo oís. Seguro que en su agenda diaria esta mujer tiene un par de citas de las cuales apostaría que más de la mitad son con la peluquera y la otra mitad con amigos, y para un maldito evento al que le mandan asistir en calidad de representante o vete tú a saber que…¡se queda dormida! La rubia (que recordemos fue nombrada candidata a peor actriz en Estados Unidos…que malo que soy) tenía una cita con el ex jugador de béisbol japonés Takeshi Shinjo en Omotesando Hills, uno de los centros comerciales más elegantes en Tokio, para inaugurar una tienda de la marca italiana Bliss.
Pero se quedó dormida en el hotel y como esta no es de las de, pues me despierto, meto la cabeza bajo la ducha, me echo desodorante, me visto y salgo corriendo, pues llegó a la cita 45 minutos más tarde, aunque a su llegada a los grandes almacenes, bajó de su limusina como si nada hubiera pasado y animó a las chicas diciéndoles que viniesen aquí a comprar y a los chicos les pidió que acudan a por regalos para sus novias.
Así funciona el maravilloso mundo de la Hilton, de color de rosa, en el que la vida se reduce a fiestas, peluqueras,novios y novios y ante todo, no existe el límite temporal: uno llega cuando le sale de la punta de la nariz (por no decir una vulgaridad) ¡Y qué viva la Hilton!
Vía | Xornal