Cualquier momento es bueno para una pelea de pareja, porqué no. Y no sólo eso, cualquier lugar también lo os, qué más da la cantidad de gente que haya alrededor y que te puedan grabar. Pues eso no lo debió pensar Lindsay Lohan cuando discutía con Sam Ronson en la fiesta que organizaron en Miami para pasar el fin de año.
Sí, la “parejita feliz” no tiene más que cristos y el último fue captado en vídeo por uno de los asistentes a la fiesta, que no ha perdido la oportunidad de colgarlo en la red. Gracias a todos los videoaficionados del mundo y al que inventó el móvil con cámara. El caso es que se ve perfectamente cómo Lilo le prepara un numerito a Sam mientras esta pincha Womanizer, curioso ciertamente, ¿será el síndrome Spears?
Lo que pasó fue lo siguiente. El que grabó el documento (que no tiene desperdicio) asegura que la pelea entre las chicas fue siempre “discreta” ya que cada vez que se acercaba una cámara fingían, posaban y sonreían, pero cuando desaparecían continuaban gritándose. Por lo que dice Lilo no parecía estar muy sobria porque de hecho mandó llamar a seguridad para que echasen a Sam. Vamos toda una declaración de amor. Eso sí, la dj no se cortó ni media al decir a los seguratas que no la hiciesen ni caso que estaba medio loca. Al final todos acabaron enfadados, y no es para menos. Además hay que unir a eso que las chicas se somportaron en todo momento como si el local de la fiesta fuese propio, con exigencias y demás que ni venían a cuento. Ya sabéis andaos con más ojo para invitar a famosos…
Aquí la prubea del delito. Lo mejor, además de las voces, es el que está al lado de las chicas que lo está flipando mucho y mira a cámara partiéndose…
Sí, hay segunda parte también, a ver qué os habéis pensado.
Pero la cosa no quedó ahí porque cuando fueron al hotel continuaron. Se dice que se oyeron voces, cosas romperse, golpes y de todo. Algunos que andaban espiando dicen que hasta se pegaron y seguridad del hotel confirmó que se habían roto varios espejos y que la habitación estaba como que había pasado un huracán.
De todas formas la bronca no se acabó ahí tampoco (lo que pueden dar de si…), más que nada porque la movida siguió al día siguiente en el vuelo de Miami a Los Angeles. Según se afirma, tuvieron una gran discusión que duró hasta que aterrizaron e incluso le dijeron a Lilo, que estaba inconsolable sin parar de llorar, si quería desembarcar. Muy fuerte. Sus caras en el aeropuerto son un poema, no me digáis…
Ahora sólo nos queda preguntarnos si todo esto será esto motivo de ruptura, porque el numerito fue muy gordo. De hecho ya hay sitios que afirman que la guerra entre las dos gatas ha comenzado. Lo veremos, pero que sepáis que ya llevamos dos días sin verlas juntas y ayer mismo Lindsay salió a cenar con otra mujer.
Vía | Oh no they didn’t y Ok