Lindsay Lohan y la polémica es como el tiempo de playa y la canción del verano: son cosas que el día que dejen de ir juntas, perderán todo el significado. No sabemos si porque ha llegado un punto en el que le da igual pasar la frontera y que todo el mundo le diga algo, o bien que es el único remedio que le queda para llamar la atención y ser vista pero el caso es que por higos o por brevas, siempre anda metida en berenjenales y problemas.
Eso sí, en este caso toda la polémica está camuflada con aires de fotografía y arte subversivo y lleva encima por apellido a Terry Richardson, que no es un cualquiera en el mundo de la moda además de ser un experto en eso de retratar a los famosos en posiciones comprometidas y violentas para que luego las asociaciones americanas con mucho tiempo libre pongan el grito en el cielo e intenten mover cielo y tierra para que no se publiquen.
Por eso, cuando han visto a Lindsay Lohan con una pistola metida en la boca con cara de que a ella le parece de todo menos una pistola... se han llevado las manos a la cabeza pero no por escándalo, sino para pensar con cuál de las dos aberraciones de la fotografía que aquí se reflejan les va a venir mejor para denunciar la foto: apología de la violencia o imagen con contenido erótico. En fin, que ya sabemos todos como acaban terminando estas cosas y quien es el máximo benefactor de toda esta polémica: Lindsay Lohan y su foto.
Foto | Terry's Diary Vía | Cuore En Poprosa | Lindsay Lohan, para portarse como una diva primero hay que serlo En Poprosa | Lindsay Lohan, esa surfera lozana y buenorra