El paraíso televisivo de Ellen DeGeneres, donde todo es amabilidad y felicidad, pende de un hilo. La aclamada presentadora, muy querida por el público estadounidense, ha tenido que salir a dar la cara después de que un gran número de trabajadores del programa denunciasen una cultura laboral tóxica.
Varios trabajadores afirman que han sido víctimas de acoso profesional y racismo. En el artículo publicado en BuzzFeed (medio que sacó a la luz el testimonio de los afectados) se habla incluso de promover una dinámica de miedo y que algunos trabajadores han sufrido represalias por tomarse días libres por motivos médicos o familiares.
De esta denuncia mediática ya hace casi quince días y no ha sido hasta ahora que Ellen se ha pronunciado. En vez de hacerlo ‘a lo millennial’ y transmitir su mensaje por sus redes sociales, la presentadora ha preferido hacerlo a la vieja usanza.
No, no ha escrito un mensaje en un papel y lo ha atado a una paloma. Ellen ha comunicado sus disculpas a través de una carta que ha publicado The Hollywood Reporter, donde afirma que desde el primer momento quiso que su programa fuese un lugar de felicidad y que, obviamente algo ha cambiado. Aún así, Ellen también ha sido criticada por mostrar, en algunas ocasiones, una actitud fría y soberbia hacia alguno de sus invitados.
Ya está en marcha una investigación interna que se ha llevado a uno de los productores ejecutivos por delante, Ed Glavin. ¿Será Ellen la próxima? Lo veremos.
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