JLo está sufriendo las consecuencias lógicas de su estado. Cuando el embarazo empieza a avanzar, se coge algo de peso –ella ha subido 19 kilos en los seis meses de gestación– y se retienen muchos líquidos –al parecer su rostro está algo hinchado–. Por ello, la estrella ha decidido desaparecer de la vista pública y mantenerse recluida para que no se distorsione su habitual imagen entre sus fans, seguidores y público en general.
Los rumores más incisivos hacen correr la noticia, desde hace semanas, de que espera gemelos, de ahí su excesivo aumento de peso. Pero de momento no hay confirmación al respecto. Lo que sí ha comentado una fuente cercana a ella es, precisamente, que va a limitar sus apariciones públicas por lo comentado.
Además, Jennifer está especialmente sensible y se le saltan las lágrimas con excesiva facilidad:
"Cualquier cosa me hace llorar, como los anuncios más cursis y tontos de la tele. Historias sobre padres e hijos también, aunque tal vez sea causa de la relación con mi propio padre. (...) ¡Y debido a este estado, estoy mucho más cansada, estoy ida!".
Aunque lo más curioso es que se comenta en ciertos medios que planea un parto cienciológico. Lo que no sabemos si Tom Cruise será la matrona.