Jennifer Lawrence, aunque quisiera, no tiene permitido que se le suban los humos

Jennifer Lawrence reúne todas las condiciones para que la fama se le suba a la cabeza y termine rapada al cero comiendo helado con su Oscar como cuchara. Sin embargo, tal y como ella ha contado a la revista Fabulous, nunca se convertirá en un diva porque eso no va con ella ni con su familia. Ahí es nada.

Mis padres no me dejarían nunca convertirme en una diva.

Pues me parece muy bien que estemos todos concienciados en la familia, ¿no? Porque si algún día los padres empiezan a observar que Jennifer se pone a cantar saetas, por poner un ejemplo, a su Golden Globe o comienza a arrancarse el pelo y a comérselo, pueden poner remedio antes porque seis ojos ven más que dos.

Seguro que este trabajo en equipo tan familiar da su resultado. Todavía no sabemos si esto terminará en familia humilde y campechana o en padre travestido como Mariah Carey y madre a punto de hacer un reality show como el de los Osbourne. ¡Suerte con ello!

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