Qué bonita es la Navidad, con su frío, sus ciclogénesis explosivas, sus temporales de nieve... y las vacaciones soleadas de la familia Amell, que están igualito que en donde yo vivo, en bikini, con el protector solar, el sombrerete y los pies a remojo en la orilla... bueno, quien no se consuela es porque no quiere.
Pues sí, yo estoy harta ya de ponerme botas de agua, chuvasquero y llevar el paráguas a todas partes, es más, ya no sé porqué quitan las alertas naranjas si yo no noto que esto avance, pero mira, que me hace ilusión ver que Stephen Amell se quita la camiseta para broncearse al sol son su familia.
O que es un padre totalmente entregado y le da unos bañitos a su adorable Mavi, que parece que disfruta un montón con el chapuzón. Por cierto el bañador de señora de los años veinte que lleva la niña es una ricura, igual que el trajecito para protegerla del sol de la primera foto. Es más, sí, es odioso fascinante lo recuperada que está Cassandra Jean ya.
Happy MoCember
Y la sorpresa de las vacaciones es el bigote de Stephen, que aprovechando que no tiene que rodar por unos días se une a la causa del Movember, con retraso, claro, que él está muy concienciado con el asunto. No es que sea lo que más le favorece, pero da igual, como si se pone una lagartija debajo de la nariz, nuestro Stephen cuenta con mi apoyo siempre.
Vía | Facebook Stephen Amell En Poprosa | Stephen Amell ya es papá... y yo muero de amor con la foto En Poprosa | Oigg... ¡Stephen Amell perpetuará su genética!
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