El 'MDNA Tour' de Madonna no parecía que estaba teniendo muy buenas acogidas en algunos rincones de este nuestro planeta. Los que no la tachaban de blasfema e incitadora, decían que era la mismísima re-encarnación del diablo convertido en mujer rubia con voz estridente e insinuantes movimientos de caderas. Vamos, el anticristo. Y claro, esto se lo hacen a una a principios de su gira mundial y como que le chafan un poco la fiesta y las ganas de darlo todo en el escenario por y para su público. Menos mal que en Ámerica profesan una religión llamada Madonnismo que tiene a la Reina del Pop en muy alta estima.
Dicho en otras palabras, que el 'MDNA Tour' de Madonna ya ha pisado tierras americanas y no es lo mismo cantar para extranjeros que hacerlo en casa. Sencillamente porque la crítica es más objetiva (o menos, según se mire). El caso es que le han puesto por las nubes a ella, su tour, su performance, las luces y las canciones. Vamos, que la crítica dice que si lo que Madonna buscaba era volver de la oscuridad por la puerta de la luz, desde luego que lo ha conseguido. Y ante semejantes metáforas tan profundas y poéticas, uno no puede añadir nada más.
Si no alaban su vuelta al escenario, alaban que con la edad que tiene y siendo madre de unos cuantos nenes, sigue sabiendo como darlo todo en el escenario, como hacer vibrar al público con sus canciones y sobre todo, que es una detallista y que todo lo que ocurre sobre la tarima (menos los espontáneos, de ahí su nombre para el que no se haya percatado del origen) está más que planificado y estudiado al milímetro para satisfacer a sus fans. Vamos, que nos tiene igual de mimados que siempre y ella... ella tan Madonna o si cabe, más que nunca.
Vía | Cromosoma X Foto | Madonna en Facebook En Poprosa | A Madonna no le faltan ni un perejil, ni un cristal en su gira mundial En Poprosa | Madonna cumple 54 años, ¡God save the queen