Las fiestas posteriores a las grandes entregas de premios siempre nos deparan alguna sorpresa, pero desde luego, el momentazo creativo que tuvieron en la de InStyle con el ascensor foto-matón fue lo más grande de los Globos de Oro 2017. Momento irresistible para todo el que se subió para bailar, retocarse o intercambiar besos apasionados.
Nina Dobrev, su vestido rojo y su pelo dejaron loco al ascensorista que tras esto seguro que llevó mejor la noche. Y con esos labios de recuerdo en la mejilla.
Yara Shahidi beso no le dió al ascensorista, pero se marcaron un bailecito de lo más ideal.
Peor cara que al ascensorista se le quedó a la pobre Nancy cuando los chicos de 'Stranger Things', Steve y Jonathan pasaron de ella y se entregaron a la pasión.
Ay, y siguiendo con la misma serie, yo quiero ser Millie Bobby Brown y sentarme tan ideal, con un Jenny Packman tan maravilloso.
Sofía Vergara y Priyanka Chopra fueron el dúo cómico dorado de la noche, porque entre las fotos y este momento ascensor se han coronado. Grandes las dos.
Adorable Deepika Padukone haciendo volar la capa de su vestido amarillo pollito.
Pero para vuelo el que le dió Julianne Hough a su vestido de princesa.
Así, como quien no quiere la cosa sale posando Miranda Kerr... qué fácil parece con estas chicas.
Igual que Hailey Baldwin, luciendo raja en la falda, con mucho más estilo y menos forzada que aquella de Angelina Jolie.
Raja de falda también para Emily Ratajkowski, que muy modelo de 'Victoria's Secret', muy glamurosa pero es como una barra de pan sin sal.
Felicidad absoluta de Tracee Ellis Ross que no soltaba ni su bolso ni su Globo de Oro, no sea que se pierda alguna de las dos cosas.
Si en los castillos de cuento hubiera ascensores no dudamos que la princesa tendría que ser Lily Collins, que es lo más parecido que hay en la tierra, con esa cara angelical y ese vestido maravilloso de Zuhair Murad.
El ascensorista desde luego disfrutó de la noche, entre los besos de Nina y los bailes con Heidi Klum, que se está aficionando demasiado a ese peinado.
Lea Michele cogió el ascensor para irse y no para llegar, pero dejó besos para todos.
Freida Pinto también se fue corriendo, copa en mano, de lo más feliz.
A Diane Kruger la cogieron pintándose los labios y ya os digo, ese traje a cualquier otra le sentaría fatal y ella va ideal. ¿Ha ido alguna vez mal?
La fuerza y superioridad que destila Laverne Cox por cada uno de sus poros nos hace sentir una raza inferior, sin lugar a dudas.
Vamos con las parejitas. Ay Ian Somerhalder y Nikki Reed, la irresistible fuerza que ejerce el ascensor para acercar a los amantes y los simpáticos que son los dos.
Que sí, que los ascensores son para enrollarse, mucho, que se lo digan a Sarah Hyland y Dom Sherwood. Son adorables.
Por su parte Zoey Deutch y Glen Powell deciden que aunque hay poco espacio es un buen sitio para bailar.
Vía | Instagram InStyle
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