Britney Spears la lía parda en Instagram y desvela las intimidades de su madre y de su hermana

Britney Spears no debe ser muy conocedora de la pasta gansa que te aflojan cuando largas lo más grande de un familiar en un plató de televisión al estilo Ro Flores o Isa Pi. La princesa del pop ha utilizado su cuentecita de Instagram para despotricar largo y tendido sobre su madre y su hermana. ¡Y con motivo!

Vamos a recapitular. La estrellita musical consiguió liberarse de la tutela judicial que la ató a su padre durante 13 años a finales de 2021. La libertad le ha sentado mú bien a la Brit porque, de vez en cuando, nos regala algún posado como Dios la trajo al mundo (eso sí, con calcetines) o le confiesa a sus fans que se ha tomado su primera copita de vino después de más de una década. 

Ahora, lejos de acercarse a su family tras mandar a paseo a su papá, la cantante ha empezado una guerra con su progenitora y su sister.

Jamie Lynn, hermana de Spears, tiene negra a la diva. Por lo visto, Lynn ha escrito un libro ('Things I Should Have Said') narrando los dramitas familiares que ha mamado desde chiquitita y en los que se ve afectada la cantante de 'Womanizer' ya que la tacha de tener una personalidad errática y paranoica:

"No puedo hablar del estado mental de otra persona, no creo que eso sea justo. Puedo decir cómo me sentí porque eso importa. Importa que me dolió", expreso Jamie en 'Good Morning America'.

Britney se ha montado su propia instadocuserie y, a modo de bloc de notas, ha publicado hechos muy explícitos sobre su mamasita y su hermana que van a dejar a ambas echando chispitas.

De Lynne Spears (matriarca del clan), la Brit ha asegurado que pasó por una dura depresión al separarse de su marido (Jamie Spears y padre de la celeb) por la que tomó una gran cantidad de medicamentos que la dejó atolondrada: "No era capaz de mantener una conversación, estaba hecha un desastre", ha explicado la artista en Instagram.

Jamie Lynn también ha pillado lo suyo. La cantante ha manifestado que, allá por el 2002, Brit regresó a su hogar familiar para recuperarse de su reciente ruptura con Justin Timberlake, que la dejó con el corazón partío y la familia viene mú bien como pañuelo de lágrimas en estos casos.

La sorpresa fue que se encontró a su hermanísima (preadolescente en esa época) tirada en el sofá y viendo la tele 24h al día cual nini hollywoodense. Además, la princesa del pop ha asegurado que se sintió una fantasmita en su propia casa ya que nadie le hizo caso y lo que se merecieron (su hermana y su madre) fue una buena torta con la mano abierta.