Parece ser que tendremos lio para rato... La Brit no estuvo muy fina al escaparse de nuestra Becky cuando esta se acercó a saludarla en un exclusivo local de L.A.
La situación vivida podría resumirse poco más o menos que así: Victoria llega al restaurante Chateau Marmot y divisa a la otrora diva del pop. Inocentemente se acerca a su mesa y se dirige a ella:
“Hola Britney, soy Victoria de las Spice Girls”
Acto seguido, nuestra Brit se aleja sin decir palabra, sin dar crédito alguno a la Becky, como si no la conociese de nada. Vamos, que la deja con un palmo de narices de los que sientan cátedra.
Así no me extraña que a la pobre de Victoria le acaben oliendo mal todos los sitios por los que pasa...
¿Los Angeles también acabarán por oler a ajo? (¿A qué huelen las nubes?) ¿Y a qué olerá el desprecio de la descarrilada diva del pop?
Vía | adnmundo