Todas las celebrities patrias se nos enjoyan en la fiesta de Vogue

Cómo nos gusta un buen sarao por aquí, poproseros. Aunque he de confesar que me da un poco de palo ver a todas las famosas posando divinas de la muerte en el photocall con el fresquíbiri que está cayendo. Quiero pensar que tendrán alguna estufilla, porque si no, se nos van a quedar pajarito. En la fiesta de Vogue para elegir al Personaje Joya del año, si tenían frío, la verdad es que lo han disimulado de escándalo.

La que está en portada es Genoveva Casanova, que siempre me ha parecido guapísima. Aunque ya sabéis que hay una cantidad de rumores alrededor de ella y su ex-cuñada, Eugenia, que apuntan a que estas dos se arrancarían el bótox a dentelladas si pudieran.

Me ha encantado Malena Costa, la veo sensacional. El vestido me parece una pasada, y nada fácil de sacar adelante, aunque con ese cuerpazo, esta chica podría ir envuelta en la alfombrilla del baño y también iría divina. Eso sí, los zapatos son de escándalo. ¡Me encanta!

No me gustó nada el peinado de María Sanjuán, y es que la modelo parecía que acaba de ir al cole en vez de a una alfombra roja con ese medio recogido tan infantil. El vestido tampoco me convence, no le da nada de forma al cuerpo a pesar de ser tan ajustado, y el collar turquesa... Nada, cero patatero.

Todo lo contrario de Patricia Conde, que iba estupenda. Las ondas al agua le quedan sensacionales, geniales las joyas y el vestido le sienta como un guante. Si le busco un pero, quizá sería que el escote me parece un poco alto. No hace falta ir enseñando el tetamen, pero sí que cada cosa esté en su sitio. Aun así, guapísima.

Otra que no me convence mucho es Anne Igartiburu, la veo como recién salida de un cotillón de 1993. El brillo de la falda le da una apariencia como de baratillo horrible, y esas medias de cristal negras... Nada, otra que tampoco me hace gracia.

Ana García Siñeriz es raro que tropiece. Sabe muy bien cómo ir estilosa sin necesidad de ir llamativa. Los pitillos de raso tobilleros con los estiletos le quedan genial, y el total-look en negro combinado con la americana dorada con solapa de esmoquin es la guinda.

Mi futuro cuñado Luís Medina fue uno de los pocos chicos en pasear por la alfombra roja, y poco hay que decir. Muy buena percha para el traje, pero con una madre como la suya, la genética juega a su favor.

A Leticia Dolera la veo bastante fuera de lugar en comparación con el resto de las invitadas. Va muy guapa, sí, el rosa es un color que no todo el mundo puede sacar adelante y a ella le queda muy bien, pero no veo el evento como para ir de largo. Es más un vestido para unos premios Goya.

Soy muy fan de Tamara Falcó, y la verdad es que me parece una monada de niña. En la fiesta de Vogue iba muy sencilla pero muy guapa. Me encanta la falda campana, y de hecho ya tengo fichado un vestidazo con ese mismo corte... Aunque tiene demasiados ceros para mi desgracia.

Como siempre que hay un sarao, alguien tiene que ponerle sal al asunto. Y esta vez ha sido Ariadne Artiles, que llevaba un mono del tejido que veis bajo la americana de terciopelo. A mí me recuerda a Raffaella Carrá, aunque la verdad es que esta mujer es espectacular.

Y para el final dejamos a la homenajeada de la noche, Isabel Preysler, que como se estire más la cara le va a terminar saliendo el pelo del cogote. Impecable, como siempre.

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