Los nervios están a flor de piel en 'La casa de los secretos' ante la inminente llegada de la final. Si la parejita más top de Telecinco (y no hablo de los Gemeliers) pensaba que la expulsión de Adara y Frigenti iba a traer paz y amor al hogar, tenía un pronóstico muy equivocado. El nuevo juego de nominaciones ha sido el protagonista del intenso rifirrafe entre Luca y Cristina, que no ganan para peleas en los quince minutos que llevan de relación.
Las cabezas pensantes de la cúpula han optado por añadir un poco de salseo a la noche del jueves con un cambio en la normativa de las nominaciones. Los concursantes tenían que agruparse con su favorito de la casa para llegar a la final (cual clase de Educación Física) y así después decidir qué miembro del team iba derechito a las nominaciones.
Mientras que a Julen le ha podido la culpa y ha salvado a Sandra Pica, los Gemeliers y Luis Rollán se han lanzado de la manita al candelero. A Luca, por el contrario, le salió bastante cara la jugada. En un ataque pasión, decide autonominarse para así salvar del iceberg a su querida Rose, que andaba de morros ese día. La actitud indiferente de la misma ha sido la culpable de la pataleta del chico Pantene: "Escucho a una persona que no tiene palabras para valorar eso".
Aunque ella afirma estar tranquila con el apoyo que tiene su rollete fuera, a su salvador no le vale: "No has entendido nada". El mayor de los Onestini mantiene el papel de dramaking (cedido por Frigenti) y sigue con el comecome, en un alarde de quinceañero enamorado: "Cada uno tiene que ser como es, yo soy de una manera y tú eres completamente de otra, yo lo he hecho de corazón y ya está".
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