Como dos tortolitos, pero manteniendo cierta distancia prudencial, se pasearon Penélope Cruz y Javier Bardem por las calles de Niza, en la Costa Azul francesa. Pasan unos días juntos, de descanso previo antes de retomar las apretadas agendas profesionales respectivas.
Con atuendo informal, jeans, gorra y gafas intentaron buscar algo de tranquilidad, alejados del mundanal universo que como estrellas tienen que afrontar. Lo que no termino de entender es porqué insisten en llevar su relación con tanta supuesta discreción. Si es evidente y la llama del amor les envuelve porqué son tan esquivos.
No creo que tenga nada de malo que reconociesen oficial y públicamente su relación, que se dejen fotografiar cogidos de la mano en cualquier evento que como estrellas acuden y no estar jugando al escondite, para que al final siempre les pillen. Supongo que así les irá bien y no quieren una notoriedad excesiva. Pero es inevitable.
Vía | ¡Hola!