La Audiencia Provincial de Madrid ha vuelto a quitarle la razón a Paz Vega, confirmando una sentencia dictada en septiembre de 2006 por el juzgado número 23 de primera instancia que obliga a la actriz a solventar sus deudas con una empresa encargada de las reformas de uno de sus locales, el MAX CLUB 69 OP. Debe abonar 5.420 euros a Arquitectura y Reformas Abitare.
Todo es debido a que, en un primer momento, se acordó que el precio final de la obra no superase los 30.000 euros. En el presupuesto final que se dio a Paz Vega se estableció un precio previo orientativo de 37.020 euros, de los cuales unos cuantos iban destinados a las reformas en una zapatería situada en el barrio madrileño de Chueca. Pues bien, la actriz sólo pagó 31.600 euros.
Y ¿cómo ha conseguido el demandante ganar el juicio? Pues bien, ha presentado como prueba el presupuesto final y, aunque éste no estaba firmado por la empresa de Paz Vega, MAX CLUB 69 OP, no aporta ningún otro documento firmado. Por lo tanto se deduce que no existe un presupuesto firmado por escrito aunque eso no excluye que no exista uno aceptado verbalmente por el demandado.
Se las ve muy crudas para salir de todo este atolladero y la prueba está en que ni siquiera ha decidido presentarse ante los tribunales, alegando que se encuentra rodando una película, a pesar de que el juez la dijo que era estrictamente necesario su testimonio. No obstante, Paz Vega puede sacarse un as de la manga e interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo o uno extraordinario por infracción procesal, pero ella verá si le sale rentable, mas que nada por el asuntillo de que todo esto, cuanto más se alarge, más la va a costar.
Vía | EuropaPress