Si por algo se ha caracterizado la alfombra verde de los Goya de este año ha sido por la gran presencia de diseñadores españoles, aunque bueno, siempre hay excepciones como las de las hermanas Cruz, Penélope y Mónica se decantaron por Channel y Roberto Cavalli, no puede cualquiera vestir sus cuerpos, ¡cuán sacrilegio! Ambas de negro, ambas elegantes y muy soberbias, propio del clan, eso sí Mo bien le podías haber cortado la etiqueta al trapito porque se transparentaba y te quedaba “monísimo”.
Como nosotros no somos los expertos, sino más bien los amigos de Trendencias, aquí me limitaré a opinar quién me gustó más y menos. Para empezar hay que hacer mención a Belén Rueda que iba impresionante con un vestido blanco de corte sirena con el que se vio increíble. Una vez más es de las que saben lucirse en condiciones.
Sin embargo también hubo ejemplos de tremendo mal gusto como el de Miriam Díaz Aroca que se pasó tres puerto con ese escote en las espalda y ese corte igualmente sirena que le sentaba fatal. Parece que desde que colgó los patines de ‘Cajón desastre’ no ha encontrado la cordura en el vestir. Vaya modelito, de esos de no querer llamar a penas la atención. Nena, igual ya no tienes años para esas cosas, un poquito exagerado.
Con Malena Alterio me he quedado de unan pieza y no por el modelito, sino porque parece que se ha echado encima 10 años así del tirón. Una antiarrugas no te vendría nada mal, perdona que te diga.
Otra de las guapas que eligió el negro para la fría noche madrileña fue Verónica Echegui que optaba por el premio a la mejor actriz y que evidentemente no se llevó, aunque tampoco Maribel Verdú, cosa que me sorprendió, sino que fue Carmen Elías por la interpretación en ‘El Camino’, clara ganadora de la noche (por cierto, la niña que recogió el premio iba de auténtico pimpollo). Eso sí, la Verdú elegantísima de amarillo y Aitana Sánchez Gijón entre mis favoritas, guapísima.
Paz Vega, no puedo dejar de nombrarla porque iba guapa guapa. Sin duda el embarazo le está sentando muy bien, además de que ya se le nota. Con ese vestido corto rosa palabra de honor ya le marcaba barriguita. Además es de las que la maternidad le da una luz especial.
La super amiguísima de Pe con la que estuvo toda la noche, Goya Toledo, que se paseó por la alfombra con un modelito dorado que sinceramente no me acaba de convencer. ¿Será que quería emular a las estatuillas de los Oscars para dar buenas vibraciones a su amiga?
Otra a la que me tengo que referir porque sino me saldrá úlcera es a Ariadna Gil porque, a pesar de que es una actriz que siempre me ha gustado, ese pseudo-pantalón sin perneras no me convence ni lo más mínimo, si es que de David Delfín tenía que ser. Si lo que tenías es de parecer una geisha caminando haberte puesto un kimono o haber ido cantando eso de “las muñecas de famosa se dirigen al portal…” En serio, de dónde sacarán los modelos o las ideas que es peor aún.
Un especial apunte para Carmen Machi presentadora de la gala que parecía un auténtico árbol de navidad con tanto brillo. Mucho me recordó a ‘Aída’, porque tenía pinta de traigo todo lo que tengo, menos mal que cambió varias veces de modelo, unos más afortunados que otros, también es cierto. Aún así, la tía es genial.
Y por lo demás, pues mucho satén como Mar Saura que copió a la gran Gisele Bündchen con ese modelo de Versace, le queda bien, pero bueno no entremos en comparaciones, casi que mejor no.
Otra de las que me sorprendió fue Clara Lago. A ver entiendo que es joven y que quiere poner un toque más propio de la edad a la gala, pero ese minivestido rosa fucsia desentonaba cosa mala. Ya podías haberte puesto algo que tapase un poco más, lo que me hace preguntarme cómo saldrá un sábado por la noche si va así a la entrega de premios de los Goya.
Que no me olvide, a Leonor Watling la vi estupenda tras su reciente maternidad, aunque el vestido no me gustó ni lo más mínimo. ¿Por qué las famosas recuperan tan pronto después de dar a luz? Milagros de la selección natural será...
Y ya sólo queda decir que mucho modelito suelto,mucha sonrisa falsa, mucha también sincera, pero sobre todo mucho frío, aunque lo intenten disimular. Ante todo una noche de premios en una gala que dejó mucho que desear, donde los cortes se notaban (iban con retardo de 30 minutos para evitar que fuera demasiado aburrida cosa que lograron) y sigue sin ser nada del otro mundo, creo que en cosas como esta bien se podían fijar un poco más en lo que se hac en Estados Unidos, esta es una de las pocas veces que lo recomendaré.
Fotos | El País y Foro de Vogue