El festival de Malaga es uno de esos eventos que, bajo mi punto de vista, tienen los mejor del elemento patrio español ¿Por qué? Pues mira, primero porque hace ya buen tiempo, y eso consigue que el sarao tenga como mucha más vidilla. Segundo que además de ser informal, como que consigue que la gente que vaya esté con una manetalidad más abierta y distendida por lo que el buen rollo campa a sus anchas. Y eso se ve reflejado hasta en los estilismos, mirad lo que os digo.
Mira nuestro Raul Arévalo lo mono y lo elegante que nos viene, con esa camisa celeste que le sienta como un guante. Coqueto, desaliñado, informal... la verdad es que si quiere se las lleva a todas de calle con esa sonrisa y esos pelos que me gasta el muchacho.
Mario Casas la verdad es que no tiene remedio. Parece que en su momento le dijeron que lo de ir de chico malo a las chicas les hace chiribitas en todas las partes del cuerpo y se lo ha tomado tan en serio que ya resulta difícil verle en los photocall sin esa mirada de querer perdonarte la vida. Porque es guapo y se le perdona todo que si no...
Daniel Grao y su blazer negro con solapas bicolor en tono azul y turquesa fue otro de los que sorprendió, porque la verdad es que consiguió apañárselas muy bien con el atuendo, delante de las cámaras estaba como en casa y en todo momento no perdió al compostura. Un 8,79 para el de nota media.
En lo que a combinar, Paco León puso la nota de color y lo hizo con ganas. Y mira que de normal suele tender a ser estrafalario (llámalo hortera si lo prefieres) y no acertar con los estilismos pero, tengo que reconocer que esta vez le tengo que poner un pin y felicitarle por semejante elección, porque creo que no iba nada desencaminada.
¡Ayyy nuestros Andrés Velencoso! Otro que tal baila... que porque es él y se ponga lo que se ponga le sienta bien pero la verdad es que tan de negro, tan peripuesto, tan formal... como que ya podía haberse esmerado un poco y haberle metido algo de color de por medio o haber enseñado algo de ese pecho que nos vuelve locos a tod@s.
Y ya para acabar, comentamos el look de Hugo Silva que, una vez más, no ha sabido comedirse con su peculiar "estilo informal-desaliñado" y se ha pasado tres pueblos intentando parecer un rebelde sin causa. Le sobran los rotos en los pantalones que parece recién sacado de una pelea callejera. Pero igual, como está buenorro se le aplica la excepción de los macizos. La última vez Hugo, la última vez...
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