La esposa de Kaká va a "aplastar la cabeza del diablo"


Yo soy el diablo y salgo por patas, vamos que sí. La esposa de Kaká, Caroline Celico, ha sido la encargada de comenzar la obra religiosa de la secta Renascer em Cristo en España y por eso será la encargada de abrir una iglesia de su grupo religioso en Madrid. Pero esperad que ahora viene el grueso, que esto no tiene desperdicio. Ni ella, ni sus declaraciones.

Ha sido ella misma quien ha confirmado la noticia y se siente muy orgullosa de ser la iniciadora de esta labor en España. El acto ha sido filtrado por Internet y en él se ve a ella, bautizándose gracias a la ayuda de la fundadora de la secta Sonia Haddad Moraes Hernandes.

Y después de eso, presenta a su hijo a la comunidad y es cuando empieza a soltar perlitas por la boca:

“Mientras papá marca goles, nosotros vamos a aplastar la cabeza del diablo… La adolescencia en el mundo es sólo prostitución, la adolescencia en el mundo es fumar, es beber, es drogarse y prostituirse.”

Pero lo mejor llega cuando a la mujer se le ocurre decir que:

“En tiempos de crisis, el dinero tiene que estar en algún lugar y Dios lo puso en las manos del Real Madrid para contratar a Kaká”.

Claro que sí, hombre, claro que sí. Si a Dios le encanta meterse en los asuntos de economía y mover el dinero por ahí. Y como hay gente poco necesitada en el mundo y nos sobran los euros, pues nada, decidió que la mejor inversión que podía hacer era destinarlos al Madrid, y más en concreto a Kaká.

Pues yo tendría cuidado querida, que los dos fundadores de Renascer, Sonia Estevam Hernandes y su esposo, fueron detenidos en 2007 en los Estados Unidos acusados de exportación ilegal de moneda, y se encuentran en búsqueda en Brasil por evasión fiscal, además de tener un patrimonio que supera los 12 millones de dólares, incluyendo casas de lujo en Miami y en Brasil y caballos de raza. A ver quien va a decidir donde poner tú dinero, porque me da a mí que va a ir a parar, mientras tu le aplastas la cabeza al diablo, a los bolsillos de estos dos.

Vía | 20 minutos

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