A eso lo llamo yo tener malas pulgas, pero en el sentido más literal posible de la frase. Resulta que Kate Moss y su novio Jamie Hince han tenido que huir de su casa debido a una plaga de esos bichitos tan molestos y que tanto pican. Claro que aprovechando la coyuntura se han ido a pasar unos días a Ibiza, donde la modelo ya pasó parte de las vacaciones, durante el tiempo que tarden en fumigar.
Unido a todo esto, y como suele pasar en estas ocaciones en las que las pulgas hacen su presencia, ambos deben de tener picaduras hasta en el carnet de identidad y como los picores "matan", han decidido que no se tocarán hasta que las ronchas desaparezcan por completo. Buen remedio para la castidad, ¡sí señor!
Claro, que a mi me gustaría saber, cómo han conseguido una plaga de pulgas, porque de algún sitio han tenido que salir,... a saber dónde andan estos metidos.
Vía | The Mirror