Como en Afganistán no tienen ya bastante, ahora Ana Obregón

Primero la guerra con la URSS, luego los talibanes, más tarde la guerra con los yankees y la búsqueda de Bin Laden, recientemente el terrorismo yihadista... no, no se puede decir que Afganistán haya tenido unos últimos cuarenta años fáciles. Seguramente el afgano de a pie tendrá ya callo pero esto ya es demasiado incluso para ellos. ¿Qué a qué me refiero? Pues a Ana Obregón yendo para allá a grabar una peli. Así en plan 'Homeland' y tal, como dice la mismísima bióloga más famosa de España.

Pues eso, que Ana Obregón, actriz, modelo, bióloga, presentadora, escritora, pensadora, en definitiva mujer del Renacimiento, Leonardo DaVinci con silicona y botox, se nos pira a Afganistán a rodar los exteriores de una peli en la que, según ella en declaraciones al ABC durante la Feria Taurina de Chincón (¿¿¿???), tiene un papel de general. Sí, suena tan descabellado que uno no puede dejar de pensar que se trata de alguna argucia, que la peli es sólo una argucia en plan 'Argo', la gran película de Ben Affleck ganadora del Oscar a la Mejor Película (y Mejores Pantalones Pitillo y Patillas Setenteras, entre otros) en la última edición de los galardones de La Academia (así, en mayúscula para diferenciarla de la academia de inglés de la esquina).

En caso de no ser una estratagema, que la peli esté de verdad en marcha (según IMDB es así) y que la Obregón vaya a ser una especie de Carrie Mathison, ¿quienes serán sus compañeros de reparto? Yo apuesto por Guille de 'Farmacia de Guardia' como el soldado Brody (si hay algún otro actor español pelirrojo, avisad) y a Antonio Resines con barbaca como Saul. Dirigiendo Mariano Ozores o Ricardito Bofill. Además de cameos de Milikito, perdón, Emilio Aragón y Paz Padilla. ¿Qué podría salir mal?

Va a estar muy difícil que nos encontremos esta semana con una noticia más friki que esta, disfrutadla.

Vía | ABC Imagen | @oyejuan En Poprosa | Tenían razón los Mayas, el fin está aquí: Ana Obregón, la literata En Poprosa | Álex Lequio MC. El mineralismo ha llegado