Después de la excelente racha por la que está atravesando algunos se empeñan en santificarle, ponerle un monumento o, al menos, instar para que le otorguen el Balón de Oro. Y es que Iker Casillas está que se sale. Será por eso que se siente extasiado que en sus últimas declaraciones ha soltado por su boquita de piñón algunas lindezas como esta:
"Quiero ser presidente del Real Madrid. Cuando acabe me gustaría seguir en el fútbol, primero como entrenador de chavales y luego si Dios quiere ser como Camacho, Del Bosque o Irureta. Poco a poco cuando tenga una formación llegar a ser presidente. Llevo en el Madrid desde que tenía ocho años y siendo del Real Madrid desde los cuatro, por eso me gustaría ser presidente".
Vamos que el chico lo tiene muy claro, es consciente de su éxito y de su talento y lo de seguir en el Real Madrid ni dudarlo:
"Hasta los 35 años creo que estaré bien, pero me gustaría jugar hasta los 38. No quiero moverme del Real Madrid, he visto que se ha publicado que voy a renovar pero yo estoy muy contento con lo que tengo ahora. No tengo prisa por nada".
Y es que se le perdona todo, para eso Iker es el mejor jugador del Real Madrid en estos momentos.
Vía | As