Que sí, que eso es una verdad innegable de estas que todos creemos con vehemencia y nadie puede refutar: a Sara Carbonero se la ve más que a las pastillas de caldo Gallina Blanca en las sopas de invierno. De hecho si os fijáis bien, podréis ver a Sara nadando en alguno de ellos junto con los fideos. Es tan popular…
Y antes podríamos decir que la muchacha era popular porque salía con quien salía ¿o no? Pero de aquí a unos meses hemos visto que la nena se ha emancipado del reino Casillas y se ha montado su propio Carbo-imperio, que no es que esté lleno e carbohidratos pero casi pesa lo mismo que ellos. Ha sabido organizarselo de lujo y ahora está recogiendo todos los tomates y los pepinos (sobre todo pepinos) en su tiempo plantó. Pero uno que es muy curioso siempre se pregunta cuales serán las claves para que Sara Carbonero mole tanto cuando yo por más que la miro no le veo nada peculiar… y creo haber dado esta semana con algunas de ellas, quizás no las más importantes pero si algunas de las más evidentes.
Primero, que leyendo en las revistas que están más interesados que yo en esta mujer (que nos es muy difícil), esas revistas que se preocupan por saber si se ha levantado con gases o no, si le sientan bien los zapatos, si tiene caspa cuando está estresada o de que color lleva las braguitas cuando se estrena entre sábanas o estadios, esas mismas revistas han cogido calculadora, papel y boli y se han puesto a sumar así como quine no quiere la cosa cual es el patrimonio de Sara Carbonero en estos momentos; es decir, que entre publicidad, programas, apariciones, colaboraciones, radio y exclusivas… ¿cuánto se embolsa al año Sara Carbonero? Pues ni más ni menos que un millón de euros. Como para no molar.
Y no porque gane muchas pelas mola más, que va. Es que me he dado cuenta de que la chica se ha convertido en toda una trendsetter de esas a las que siguen las bloggers más obsesionadas con la moda (al estilo de Paula Echevarría con su magnífico blog) y no me explicaba yo cómo de la noche a la mañana una puede convertirse en todo un icono de la moda. En una reciente entrevista, confesó que:
Me gusta mucho la elegancia de Rania de Jordania aunque más en mi línea, me encanta Sienna Miller. No puedo vivir sin vaqueros, camisetas blancas y las chaquetas de punto de cachemira gris
Y claro, ganando el pastizal que gana y siendo lo rentable que es esta mujer, cualquiera puede tener a Rania de Jordania como modelo a seguir, una princesa que se puede gasta cada vez que entra en Louis Vuitton mi sueldo en esta empresa por dos años. Y esto es la pescadilla que se muerde la cola: Sara viste bien, Sara mola, a Sara la buscan y la escriben, los productores se dan cuenta de esto último y también la llaman para que trabaje con ello, a Sara le pagan un pastizal y con eso Sara puede vestir bien. Y volvemos a empezar una y otra vez en una carbo-rueda que estoy seguro que algún día se detendrá pero de momento, no hay quien la pare.
Foto | Pantene Oficial
En Poprosa | Más Sara Carbonero pa’ el body, que parece que no teníamos suficiente