Ay madre lo que hay que ver. De verdad que cada vez que salta una noticia de una nueva figura de cera de famosos, un escalofrío recorre todo mi cuerpo a modo de descarga eléctrica y os prometo que no es porque estoy masticando el cable del ordenador enchufado. Pero es que aquí encima hay un plus de peligrosidad, y es que si las figuras de museos como el Madame Tussauds todavía tienen su aquél, aunque dan un miedo que te cagas, las del Museo de Cera de Madrid son las del museo de los horrores. Vamos más tétricas imposible.
El caso, es que ahora tiene dos nuevos inquilinos de excepción: David Villa y Andrés Iniesta en la Galería del Deporte. Así han sido presentadas en sociedad ante una gran marabunta de periodistas que se agolpaban principalmente para ver a sus protagonistas que no quisieron perder la oportunidad de verse retratados en cera.
La de David Villa si hay que destacar algo es que se les fueron las medidas de la altura y se las debieron de tomar cuando el delantero llevaba plataformas a lo Lady Gaga porque sino... Pero la de Iniesta es peor que pegar a un padre con un calcetín sudado, es mala, malosa, de hecho hasta me recuerda al malo de una película sin saber bien cuál es.
Desde luego, una vez más han vuelto a demostrar que eso de ver a los famosos convertidos en cirios, no era necesario.