Ya es irremediable. La Navidad está aquí, así que lo mejor es disfrutar de ella lo mejor que podamos. Hoy en el día internacional de la salud y el amor (para aquellos a los que no nos tocó la lotería), cuando ya ni los anuncios de cava son tan navideños como eran, ni el del turrón vuelve a casa, me emociona saber que Iker Casillas será lo último que veamos este año en televisión. Bueno, su anuncio.
Excepto en la cadena estatal, que va sin anuncios, en todas las demás el último comercial que veremos, justo antes del habitual estrés de las uvas... y me resulta de lo más entrañable y tierno. Un reencuentro, una cena, con amigos, los de siempre, da igual que uno de ellos sea Iker Casillas, el portero Campeón del Mundo y salga con la chica de moda, son ellos, los de la infancia, los de las risas y las bromas. Vale, lo sé, me he puesto ñoña, es que me gustan estas cosas de los reencuentros navideños. Ays, ¡Feliz Navidad, Poproseros!