El troleo de los vestuarios se ha exportado, archivado y guardado en las redes sociales desde que los fubtolistos están de vacaciones mientras que ven a sus colegas de la Selección sudando la gota gorda en la Eurocopa. No hay más que ver la última publicación en Instagram de Iker Casillas, que está gozando su vida de solterón en la Rivera Maya, México.
El que tiene de todo menos caspa ha demostrado que tampoco tiene intención de quemarse la piel en sus vacaciones: se ha untado yeso en cantidades industriales para lucir un bronceado asintomático en sus fotones de influencer de los que llevan pegatinita verde en la fiesta del semáforo (donde los emparejados dan luz roja al ligoteo, los que se hacen los interesantes en ambar y los que van a por todas tienen la de Iker) desde su sonada ruptura con Sara Carbonero.
Desde unas aguas mexicanas tan cristalinas como frías (solo de mirarlas ya tengo los pezones de corner, como para cortar pizzas), Iker Casillas levanta los puñitos arribas con su sonrisilla de buena gente (de Dentix, que este hombre lo ha anunciado todo) no sabemos si motivando a sus followers a que le den like o invitando a las muchachitas güeritas a que tiren la caña en ese estanque donde hay un pez gordo con ganas de morder anzuelo.
Los hijosputines de sus compis del curro han frustrado el intento pibonéxico de Iker de quedar como el influencer buenorro que invita a las pibitas a unos poloflashs de tacos mexicanos para combatir el calor con sus comentarios de cuñados.
El más generoso ha sido David Beckham que, oliendo un poco a ajo, le ha dedicado a Casillas un piropo albañil de romántico empedernido en un perfecto castellano: "Guapiiissiiiimmmoooo", escribía el futbolista consiguiendo más de 1200 likes por haber comprado mucha vocal (la 'i' y la 'o') y consonantes ('s' y 'm') en el mercadillo de segunda mano de letras de 'La Ruleta de la Suerte'.
Miguel Torres ha jugado a la ironía fina, ha tirado por el callejón de la sutileza añadiendo el emoji de un fantasma (por su blancura nivel Casper) y comentando un sin sentido "qué buena vida te pegas. Sal de cenote y pillas un poco de color", olvidando quizás por las malas noches que le dará su bebé que los cenotes son por la noche, justo cuando el sol sale de su turno de jornada partida y es la luna quien está de guardia.
Oliver (sin Benji) Torres del Sevilla F.C ha sido más directo y le ha pedido por favor que le cuente en qué pasillo del Decathlon están los neoprenos blancos que se ha comprado Iker Casillas para hacer submarinismo junto a Iniesta, el otro gran referente de los translúcidos veraniegos. "Me gusta el traje de neopreno blanco", comentaba.
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