Cristiano Ronaldo está que no para. No será el mejor del mundo conjuntando ropa pero en lo que se refiere a fútbol tenemos que reconocer que estamos ante uno de los grandes portentos lusos del momento. Y prueba de ello es que el pasado Sábado recibió junto a Irina Shayk (que no veáis el silencio que reinó en la sala cuando entró con vestido negro de amplio escote y unos pendientes con unos pedrolos que brillaban a kilómetros) y su familia, la que ya se convierte en su segunda Bota de Oro.
Y es la segunda porque la primera la consiguió cuando militaba en las filas del Manchester United, no nos olvidemos. Pues eso, que la ceremonia tuvo lugar en el Hotel Intercontinental de Madrid y en ella pudimos ver a Cristiano más feliz que una perdiz recogiendo su trofeo que, para el que no lo sepa, le condecora como el mejor goleador del año pasado en las ligas europeas gracias a sus 40 goles (41 según contemos).
Para ser del todo dorado sólo le falta el Balón de Oro, que las dos últimas temporadas ha ganado Lionel Messi, aunque poco tienen que ver el uno con el otro porque mientras que el Balón de Oro es mediante votación (y por tanto mucho más subjetivo), la Bota de Oro aplaude los goles marcados que son los que son y no hay vuelta atrás. Aunque él, muy modesto como siempre, dijo que cambiaría en ese mismo momento la Bota de Oro por la Liga española o la Champions League para su equipo, ya que prefiere los títulos a nivel colectivo que individual. Mírale que considerado…
Y claro, como no podía ser de otra forma, Cristiano Ronaldo quiso compartirlo de la mejor manera posible con quien considera que son sus mejores fans: la afición que le sigue. Así que, merengue de arriba hasta abajo, se plantó con ella en el Bernabeu para ver como sus más fieles seguidores le dedicaban una ovación para subirle un poco el ánimo y el ego, que igual a estas alturas lo tenía bajo. Envidia que te tenemos, que conste...
Foto | Cristiano Ronaldo en Facebook Vía | UEFA