Pues me emociono, qué queréis que os diga, que una está sensible y estas cosas como que le sacan lo mejor de dentro (si es que eso existe y es posible). Hay cosas que como que nos enternecen, y ver el gran homenaje que le han dedicado a Carlos Moyá los compañeros de profesión, como que nos cala más hondo si cabe.
Si es que es un salao, ya el otro día cuando comentamos que se retiraba del tenis nos puso los pelos cual escarpias con esas lagrimillas que se le caían, así que normal que ahora nos pase más de lo mismo. Y es que a Carlos Moyáse le quiere y así se lo han demostrado. Pocos tenistas se lo han perdido (¿Feli?), y así desde Federer, a Verdasco (argggg si te pillo) o Nadal que se encargó de dar el discurso lacrimógeno, hicieron acto de presencia para darle la despedida que merece a uno de los que fue muy grandes en eso de dar raquetazos.
Así que tras 15 años, el chico cuelga las zapatillas y las pelotas (...) para comenzar a ver los toros desde le barrera. Nada chico, ahora a vivir la vida, que hay mucho que hacer fuera de las pistas.