Una imagen vale más que mil palabras y una de este pelo es que pega alaridos por sí misma. He aquí uno de esos motivos por los que Paris Hilton es quien es. No por la pasta. No por sus novios. Sino por su tendencia al escándalo y a dejar ver más de lo que podemos soportar, al menos mi propia retina.
Ahí la tenéis, dándolo todo en Cannes, donde hace tres días estuvo, se fue a Mónaco, y de nuevo está de vuelta en la meca del cine del país galo, vamos que esta viaja más que Willy Fog. Pues sí, el caso es que la socialité acudió superperipuesta como podéis ver con su hermana (y el resto de la familia, que ni que fuesen la de Farruquito…), a la fiesta que dio la casa de joyas Chopard donde además con coincidió con Lindsay Lohan (dios las cría y ellas se juntan). Después se fueron de parranda como manda la tradición, tocaba sala VIP y jolgorio por todo lo alto que acabó con una vista panorámica de sus intimidades…
Y es que los vestidos largos, todos sabemos que son difíciles de manejar y si les unimos un par de chupitos (que digo yo que habría) ya no os cuento. Así que si vemos que nos pisamos los bajos, pues lo suyo es levantarlo un poco. Eso es lo que cualquiera haríamos, pero Paris va un paso más allá y se lo sube hasta ponérselo de corbata, con ese resultado, enseñar el culo a media humanidad.
Nena, tanta joya cara, tanto modelito, tanto, tanto, para luego demostrar que tu finura no va más allá de un chándal. Ains, de verdad que me meo toa.
Vía | Daily Mail