El pasado 23 de diciembre, Antonio Resines nos dio un susto y de los gordos. El intérprete ingresó en el Hospital Gregorio Marañón tras sufrir una serie de complicaciones respiratorias a raíz de contagiarse del fucking Covid y eso que tenía las dos primeras dosis de la vacuna en su cuerpo. La cosa se puso telita de chunga hasta tal punto que tuvo que estar 36 días en la Unidad de Cuidados Intensivos donde fue entubado con un aporte de oxígeno pero, finalmente, todo quedó en un mal trago y le dieron el alta a principios de febrero.
Ahora que Resines se encuentra sanote y fortachón, ha concedido una entrevista para 'El País' confesando cómo vivió uno de los peores momentos de su vida: "Me acordaba de muchísimas cosas al despertar, el conjunto no es horroroso… Pero me encontraba en peligro permanente", ha expresado el de Torrelavega, haciendo mención a la dura petición que le hizo a los profesionales del centro hospitalario: "Me quería morir, ya no podía más. De hecho, se lo dije a los médicos: 'Pegadme un tiro de una puta vez… Pero no os preocupéis, dejo ante notario que lo he pedido yo para que no tengáis problemas'".
Tal era la situación en la que se encontraba el prota de 'Los Serrano' que llegó a pensar que había vida después de la muerte: "Quería irme de ahí, a leer el periódico con un amigo que se murió hace ocho años, Rafa Santillán. Tomarme un café o una caña con él y otros también de por aquí, pero para eso me tenía que morir. Mandé una carta a mis padres. Pero una carta como de alguien que no sabe escribir, como de película de paletos. Les decía que en el tránsito cuidaran de Ana y de Ricardo, mi hijo. Me cansé, me cansé de verdad, me estaba yendo… Probablemente me encuentre a mis padres y a mis amigos por ahí, me figuré. En ese momento creí, sí, que quizá hubiera algo", ha manifestado Antoñito, alegando que no le duró ná de ná ese pensamiento: "Pero luego nada, como antes, no creo en nada. Aquello se me pasó enseguida".
Eso sí, el actorazo ha reconocido que ahora se encuentra la mar de bien y se está recuperando a pasos agigantados: "En poco tiempo empezó aquello a revertir. Un día te levantas de la cama, vale, das tres pasos. Hoy he hecho cuatro kilómetros. Parando. Muy bien. Me encuentro muy bien", ha sentenciado el artista. ¡Bravo!
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