Que Pedro Carrasco tenía entre ceja y ceja a Fidel Albiac es vox pópuli desde tiempos inmemoriales, de cuando el cardado estaba de moda y se podía fumar dentro de los guateques con los mejores disc-jockeys.
De hecho, fue la propia Rociíto la que confirmó en el episodio 5 de la docuserie que se tiró año y pico sin dirigirle la palabra a su padre por cómo se comportó con su chorbo tras el accidente de coche en Rascafría que sufrieron en el año 2000.
A Rocío le sentó muy mal que su padre, Amador Mohedano y Ortega Cano (en su época cejuda) hicieran todo lo posible y más por quitar a Fidel de en medio cuando ella aún se encontraba ingresada en el hospital.
En el episodio de esta noche, Rocío Carrasco ha visto, en el cinexin del fotomatón donde está grabando la serie documental, un extracto de la entrevista que María Teresa Campos hizo a su padre en el programa 'Día a Día', donde Pedro Carrasco dejaba entrever que Fidel le era más indigesto que un kebab a las seis de la mañana después de toda una noche de farra.
En esta intervención, Pedro sembraba la duda sobre el novio de su hija: "No es oro todo lo que reluce. Como sé tanto… sé hasta callarme...", decía con el tonito de ironía que uno adquiere cuando se convierte en padre o en policía chulito... En este caso, lo segundo, es algo más de Antonio David Flores que del exboxeador.
En esa época en la que Mari Tere y su padre conversaron en televisión (un meritazo el de la Campos, porque no había quien entendiese la vocalización asintomática de Pedro Carrasco), Rocío mantenía su voto de silencio contra su padre y este seguía sin dar el brazo a torcer con Fidel, tal y como ha confirmado ella misma en este episodio titulado 'Quién te crees tú'.
Pero Rociíto ha querido desmentir que no se hablara con su padre cuando este falleció de una parada cardiovascular el 27 de enero de 2001. Una parte de la historia que siempre hemos escuchado, sobre todo de la boca (morcillona) de Raquel Mosquera.
Días antes de perderlo para siempre, Pedro Carrasco se puso en contacto con Rocío para poder ver a sus nietos y darles los regalos de Reyes: "Yo le dije que no, que antes de que eso sucediese, tenía que tener una conversación con él. Fidel me dijo que, si yo no hablaba con mi padre, se iba de casa", ha relatado por primera vez Rocío.
Rocío Carrasco ha recordado la charla que accedió a tener con su padre como "muy larga", casi como un simposio científico o el guión de 'Avatar' y con una testigo ocular muy especial, otra vez Raquel Mosquera:
"Esa conversación acabó con mi padre pidiéndole perdón a Fidel por lo del hospital, pidiéndome perdón a mí diciéndome que me quería y admitiendo que se había equivocado, que tenía miedo y recelo a que Fidel pudiera ser del perfil del padre impío (Antonio David Flores)", contaba Rocío admitiendo que tanto su pareja como ella pudieron llegar a perdonarlo antes de que se fuera para siempre, todo lo contrario de lo que siempre ha defendido la peluquera.
Es entonces cuando Rocío ha dejado caer que la versión de la que fue pareja de su padre, la mejor amiga de Pedro Piqueras y una gran superviviente es más falsa que las extensiones postizas que vende en su peluquería:
"Todo lo que se ha contado de esa conversación por la que fue su mujer en ese momento es mentira. Por mucho que ella diga, mi padre nunca se hubiera referido a mí diciéndome 'a esa hija de puta no vuelvo a verla'. Me cortan el cuello y las dos manos y mi padre no dice eso de mí", ha continuado muy cabreada y desmontando a la Mosquera por fascículos.
Según Rocío Carrasco, la caja de secretitos de Raquel ya empieza a oler más a cerrado que la habitación de un youtuber residente en Andorra: "Mi padre no se va haciendo eses con el coche porque ha tenido una conversación conmigo, lo hace por otro tipo de circunstancias, no por eso. Unas circunstancias que yo sé perfectamente y que le quedarán a ella para siempre en su mente", ha proseguido con su tiroteo de zascas, dando a entender que la relación de su padre con la peluquera no era tan buena como la pinta la susodicha.
La realidad de esa conversación fue muy distinta. Rocío Carrasco ha asegurado que su padre estaba más arrepentido de sus imprudencias con Fidel que un maniático del orden de haber entrado en Primark en hora punta:
"Él me pidió perdón llorando porque sabía que había metido la pata y que yo me había enfadado con razón suficiente y que él me había hecho daño en ese sentido. A partir de esa conversación, todo pasó a otro plano que no tiene nada que ver", zanjaba mostrando rasgos líquidos de emoción en sus ojos.
Rociíto está eternamente agradecida a su compañero de vida por innumerables motivos, entre ellos que, gracias a él, despidió a Pedro Carrasco libre de rencor: "Esa es la última vez que yo hablo con mi padre y es gracias a Fidel. Yo no tenía pensamiento de tener esa conversación, ni muchísimo menos", admitía rompiéndose por completo.
Rocío ha aprovechado la ocasión para explicar el porqué fue tan insistente con apropiarse del famoso Rolex de oro de su padre por el que la Mosquera (según ella) aprovechó para tacharla de avariciosa: "Lo quería porque era el que él siempre llevaba y tenía grabado por detrás la fecha de la boda con mi madre. Si hubiera sido un Watch o un Casio, también lo hubiese querido", ha asegurado.
Además, la Carrasco ha recordado que no ha vuelto a hablar con la peluquera desde el funeral de su padre, ni siquiera para explicarle la razón por la que requería ese bien personal de Pedro: "Esa señorita, para mí, no existe. Solo existe en lo que judicialmente se refiere. Voy a seguir como he seguido hasta ahora, poniéndolo en mano de la justicia", ha lanzado de forma lapidaria contra Raquel Mosquera.
Vía | MitelePlus
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