Las confesiones más íntimas de Chelo García Cortés en la radio: cómo conoció a Marta, por qué la llama 'ojos de besugo' y lo que 'Sálvame' jamás podrá emitir

¡Qué fuerte tía! Chelo García-Cortés ha sido la última invitada del programa de podcast (todo español medio tiene uno) de Carolina Iglesias y Victoria Martín y no se ha dejado absolutamente nada en el tintero. La icónica colaboradora de 'Sálvame' ha estirado el chicle de tal manera que ha contado hasta cómo lleva el chichi-cle de depiladito.

Chelo ya ha empezado fuerte sacando a la luz las bragas de Marta Roca, su pareja, a la que antes de pillarse por ella la llamaba 'ojos de besugo', un mote de lo más bonito.

Resulta que se las llevó a la isla de 'Supervivientes', donde toda pesca le recordaría a los ojillos de su Martita, para ponérselas cuando se quedara tan delgada como su novia. Cuando las ha sacado de una bolsa que ponía 'surprise' ha revelado que son de las que hace sudar la pepitilla, ella es más de usar "braga de algodón siempre".

Pero es que la historia amorosa-erótica-festiva de García-Cortés va mucho más allá, es como un híbrido entre un 'Élite' vintage, 'El Chavo del 8', 'Vis a Vis' y los 'Bridgerton' cañí edition si recuperamos el episodio de su noche de pasión con Bárbara Rey. Y es que claro, Chelo va a un sitio donde la dejan hablar más de un segundo sin meterse con ella y... ¡lo suelta todo!

"El amor hay que cuidarlo, el sexo es importante siempre. No es lo mismo cuando empiezas que cuando han pasado 30 años. A mi edad tengo que lubricar y no pasa nada. Una vez lo tuve enterito depilado porque se había puesto de moda, pero no me gusta nada. Ahora lo llevo depiladito", ha llegado a decir sobre su violon-chelo a las dos locutoras que escuchaban a la sabia de Chelo García-Cortés cual gurú de la fantasía que es.

José Manuel Parada y Bárbara Rey, los sex-symbols alcanzables

La periodista ha sorprendido recordando a José Manuel Parada como el Arón Piper de la época, un señor que a día de hoy tose polvo pero que, según Chelo, en su día se le presentó como una oportunidad que no podía dejar escapar: le ponía muy burra la magia de su melena.

"Me enamoré de Parada porque tenía un morbo que te morías. Lo veías con esos pantalones anchos, pelo largo, me miraba de esa forma tan especial... ¡Despertó mi lívido! No había estado nunca con nadie y él era un hombre que me satisfacía sexualmente y de la que estuve muy enamorada. Él luego descubrió que le gustaban los chicos", decía sobre el expresentador de 'Cine de Barrio' llegando a uno de los puntos más 'Élite' de su historia de la época donde en vez de con reggaetón perrearían con cantos gregorianos.

La segunda temporada de 'Chélite' llegó con la quasi-borbona Bárbara Rey. Esa noche lésbica de pasión, que según García-Cortés (que no quita lo valiente) fueron varias, fue para ella "una maravilla", pero "el momento más heavy" de su vida fue cuando la amante del Rey Emérito confesó públicamente su momento 'T.A.T.U' con la periodista: "No sabéis lo que fue para mí sentarme en ese plató ('El Deluxe') con mis compañeros de Telecinco y esa mujer diciéndome que había tenido una noche de amor conmigo".

Conoció a Marta gracias a unos cuernos

Siguiendo con el currículum sentimental y sexual de la gran Chelo García-Cortés, icono LGTBI+, llega el momento de descubrir cómo llegó hasta Marta, qué vio en esa mirada de besugo (tal y como la ha definido ella) para enamorarse y sobre todo cómo ha podido salir con alguien que no lleva braga de algodón como ella. Corramos un tupido Chelo.

La periodista ha contado que su segunda pareja la hizo vivir durante cuatro o cinco años en "una infidelidad continua" pero, lejos de ser una experiencia traumática, este sinvergoncerío y libertinaje en el que se movía su novia de la época la condujo hasta los brazos del amor de su vida, la famosa Marta que tenía miedo a los aviones y que por eso no fue hasta los Cayos Cochinos a visitarla. Resulta que su "Tomasa Brusse", la que le ponía los cuernos, le era infiel con la que hoy es su novia y co-madre de su perrita Maggie.

Según Chelo, Marta sigue siendo muy querida entre el público desde sus apariciones en televisión, de hecho ha garantizado que le piden fotos por la calle. Para García Cortés, lo más "especial" de su pareja es su sonrisa: "prefiero verla riéndose con esa sonrisa tan bonita que comerle el papo", decía de Marta con cierta ayuda de las presentadoras.

Pero esto ha sido lo más bonito y romántico que ha dicho de ella, "que prefiere la sonrisa horizontal a la vertical", tal y como dijo Kiko Matamoros con la sutileza y elegancia que le caracteriza. Y es que Chelo ha demostrado que está en un punto 'Pepa y Avelino' de su relación con Marta: "No es perfecta, vaya, yo la llamaba 'ojos de besugo' antes de que me gustara. Tiene que aprender que no todo es tan importante, a vivir la vida", aseguraba poniéndole más pegas que a un coche de segunda mano.

Sus referencias a 'Sálvame' más polémicas

Chelo ha asegurado que una de las claves en su relación con Marta es la de "no comentarle los problemas del trabajo", ya que ha sido el principal obstáculo desde que están juntas con la que es su churri desde hace 31 años. ¡Desde 1989 están juntas! ¡El Pleistoceno millennial!

Pero ojo, que también ha sido su salvación: "la televisión me salvó de estar todo el día en Barcelona", añadía dando a entender que el pasar unos días en Madrid lejos de su novia también airea un poco la relación, como el abrir la ventana cuando el dormitorio huele a tigre o, peor, a habitación de youtuber.

Sus inicios en 'Sálvame' la llevaron hacia el disparadero de la fama. Chelo es tal celebrity que ha llegado a presentar 'Socialité', ¡imaginaos! "Cuando yo aparezco en Telecinco y me ficha 'La Fábrica de la Tele' (productora del programa donde trabaja) acaba mi intimidad. Me hacen una entrevista en 'El Deluxe' y el lunes siguiente ya participo por primera vez en el diario. Cuando salí de la entrevista, unos chavales jóvenes me empiezan a cantar por la calle la canción del 'Sálvame', ahí se acabó mi privacidad", recordaba Chelito lindo sin mucha morriña de sus tiempos mozos.

La última pullita a 'Sálvame' ha sido un comentario más ácido que el limón, el naranja y el tomate juntos. Para celebrar que esta entrevista a Chelo era la última de la temporada 3 de este maravilloso podcast ('Estirando el chicle'), Carolina Iglesias y Victoria Martín le han regalado a su invitada una tarta que ella ha recibido honrando la memoria de la gran Carmen Borrego: "por lo menos aquí no me la tiráis en la cara, que es lo que harían en 'Sálvame'", concluía por todo lo alto.

Lo que 'Sálvame' no puede emitir

Los de 'Sálvame' están que trinan con los pedazos de bombazos que ha dado Chelo García Cortés a las podcasteras (¿se dice así?) más dicharacheras, ya que esta nunca ha podido hablar de ciertos temas (como sus camas redondas) en horario infantil, menos aún cuando ya estuvieron a punto de cerrarles el chiringuito antes de tener los apellidos de las frutas.

Chelo ha revelado que ha probado todo tipo de prácticas sexuales, las homosexuales, las bisexuales, las heterosexuales, tríos y quintetos. Hasta ahí ninguna cosa que no haya salido de rebote en algún 'Deluxe'. Pero ojo cuidao' que Kiko Matamoros no es el único que sabe abrir la caja de farlopa:

"En los años 80 era la apertura de muchas cosas, había que experimentar. He probado muchas cosas, he probado el jachís, me quedaba dormida; he probado plantitas de mescalina en la montaña de Montjuic (Barcelona)... Nos íbamos corriendo a Perpiñán para ver películas porno ", ha confesado Chelota la malota.

Pero tranquilidad en las masas que en las publicidades de 'Sálvame', mientras que Anabel Pantoja se pone púa a croquetas, Chelo no tira de Wi-fi en el camerino. Ella tiene claro que su época de suscriptora de 'HornoTube' ya está más que finiquitada: "A mí no me vayas a poner una película porno ahora que me quedo dormida, a mí 'El último tango en París' me parece una obra maestra pero no necesito ponerme mantequilla para acostarme con nadie", añadía a su apasionante speech sobre la masturbación que jamás podrá emitirse en su programa (al menos el diario) sin hora golfa.

"He probado la coca, pero dije 'no, esta niña me engancha y a mí no me engancha nadie'. Soy totalmente contraria porque lo he pasado muy mal con los amigos que he perdido en el camino, soy de la generación del sida y he aprendido que un buen vaso de vino o una buena caña está muy bien. He probado todo, pero la heroína no", concluía así Chelo su particular versión del juego 'Yo Nunca' en el que se hubiera puesto ciega a chupitos de ser un viernes por la noche. ¡Lo ha probado todo la tía!