El preocupante motivo que ha llevado a Marta López a pasar dos veces por quirófano

Marta es esa colaboradora de televisión que lo mismo te monta una novela turca titulada 'Merlos Place' junto a un chulazo con un mentón de viga de madera de casa rural (Alfonso Merlos) que le pone los cuernos delante de toda España (o Turquía) con una famosa (en su casa a la hora de comer) presentadora de televisión, la villana, Alexia Rivas.

Marta López (tocaya de la novia de Kiko Matamoros, a estas horas en el cole todavía) ha sorprendido con su espectacular cambio físico, uno que le ha hecho ahorrar en gasolina ya que ahora puede ir a los sitios volando gracias a la fuerza del viento y a su peso pluma. Una pérdida de peso (15 kilos menos) que la llevó a su médico nada asequible de cabecera, porque le sobraba más pellejo que a un Sharpei.

"Me acabo de hacer una abdominoplastia. Cuando me desnudé para que el doctor González Nicolás me viera, me dijo que me sobraba muchísima piel, no grasa", ha destacado en su entrevista concedida al periodista especializado en pieles sobrantes de 'Lecturas', que tienen presupuesto para eso y más...

Pero las operaciones son como las bodas: de una sale otra. Y es que Marta, al hacerse este chequeo (que tuvo que pagar con cheque, porque baratito no sale) se dio cuenta de que sí o sí tenía que someterse a otra intervención quirúrgica: "lo gracioso fue que me informó que una de las prótesis de mi pecho se había dado la vuelta y que me tenía que operar", mírala ella, que tiene muy clara sus prioridades. Si su ex Efrén entra en 'La Casa Fuerte', monta el drama de su vida, pero con los problemas de salud se descojona la tía... Muy gracioso, sí (#ModoIroníaON)...

Marta López (la de toda la vida, no la que se apellida de segundo 'Álamo') notaba un dolor fuerte en el pecho, de hecho, le decía de cachondeo a su pandi (con las que se va de fiesta a Starlite y tal) que se había roto las mamas. Es que se lo pasa teta con el tema, oye...

"El pecho lleva como un bolsillo dentro para sujetar la prótesis que se debió romper y, como también me sobraba piel, se me dio la vuelta [...] Soy muy bruta. Si no hubiera ido al médico, podría haber seguido aguantando el dolor", ha continuado representando todo lo que no se debe hacer al notar una molestia en una zona tan delicada de nuestro cuerpo.