Aunque Kiko Rivera se vista de seda, Isabel Pantoja le deshereda: "Qué avergonzado me siento de pertenecer a mi familia"

Antes la única forma que teníamos de desahogarnos era hincando el codo en la barra de un bar y poniéndonos a largar con el primero que se cruzara en nuestro camino... Pero los tiempos han cambiado. Y si ahora tenemos que decir las cosas claritas para quedarnos a gustico, ¿a dónde recurrimos? Pues a dónde va a ser, ¡a las redes sociales!

Y Kiko Rivera esto lo tiene ya asumido. Porque el muchacho no se corta a la hora de hablar bien clarito sobre su madre en su perfil de Instagram. Y es que ha corrido como la pólvora la noticia —agárrate las trenzas— de que Isabel Pantoja habría comenzado los trámites para desheredarlo.

No desheredarlo por completo, que conste. Que eso para las películas americanas muy bien, es su pan de cada día, pero en España no es posible. Como explicaron en 'Socialité', "a Kiko Rivera le seguiría correspondiendo la herencia legítima por ser hijo de Isabel Pantoja, pero este sería un porcentaje mucho menor al que le tocaría en ese testamento inicial".

¿Y cómo se ha tomado esto Kikito? Pues nada bien, como era de esperar. No está bonito enterarse de que lo único que te vas a quedar por parte de tu madre son los tapetes de ganchillo de Cantora. Así que allá que se ha ido a Instagram para poner un poquitín a caldo a la señora.

Aprovechaba para compartir en sus stories el titular de la noticia: "Qué pena de familia tengo y qué avergonzado me siento de pertenecer a ella", comenzaba.

Y cómo no, queda una pullita directa que lanza a su madre referente a la deuda que aún tiene con su 'amiga' la kioskera (le debe 76.000 euros, lo que te da para muchos '¡Hola!', muchos 'Lecturas' y muchos Trident sabor morango).

"Lo suyo, si es que le sobra algo, se lo puede meter a su hermano por donde le quema", termina. Porque para tito Agustín siempre hay tiempo para dedicarle unas palabritas.

Claro que estas palabras han armado su jaleo. Así que Kiko se ha visto obligado en hacer otro pequeño comunicado (cómo le gusta) para dejar clarito que su Instagram es suyo, y está en todo su derecho a poner "lo que me salga de los cojones". Y punto. A ver quién se atreve a rebatirle, que lo mismo es capaz de colgarnos una fotografía en badajo para que quede más clarito aún.

Fotos | GTRES