"Quiero ser honesto", ha razonado Kiko Matamoros su inesperada confesión sobre las drogas que estoy a punto de relatarles, y es que el colaborador de 'Sálvame' lleva días (u horas, que se me han hecho muy largas) cebando su polígrafo con una supuesta tentativa de asesinato por un supuesto envenenamiento procedente del entorno de Makoke cuando, en realidad, y atendiendo a su testimonio, el que lleva intoxicándose toda la vida es él mismo por su relación con las drogas:
"Soy cocainómano desde los 15 años, desde que la probé no he dejado de consumir porque, además, como creo que le pasa a la gente que tiene problemas con el alcohol, es algo que le dura toda la vida, aunque yo no veía el demonio que decía Kiko Rivera. No ha condicionado mi vida pero sí que ha condicionado de alguna manera mis relaciones", ha comenzado confesando Kiko Matamoros tras uno de los bloques publicitarios.
Kiko se ha remontado a su relación sentimental con la madre de sus primeros cuatro hijos, Diego, Laura, Irene y Lucía Matamoros: "Desde los 16 años hasta que empecé a convivir con Marián Flores, la madre de mis cuatro primeros hijos, se puede decir que tenía un consumo desde el punto de vista médico muy poco aconsejable, fiestas a diario y bastantes excesos, pero cuando empecé con ella, que no era consumidora, levanté bastante el pie porque, básicamente cuando estas con una persona, bajo el mismo techo, es como bastante absurdo que tú estés en una dimensión y ella en otra porque lo que hay, a partir de ahí, es comunicación ninguna", ha continuado el colaborador.
La cocaína es una droga que incita mucho al sexo, al juego e incluso a más consumo, según ha contado el cliente VIP de su cirujano (al que le hacen la ola y café del de cápsulas cada vez que pisa la consulta), motivos por los que nunca ha sido capaz de desprenderse de ella a pesar de ser una de las causas del sufrimiento de la madre de sus hijos: "Durante esos 20 años bien es cierto que no dejé de consumir, pero era fundamentalmente cuando estaba con mis amigos o en alguna fiesta donde no estuviera ella (Marián Flores), excepcionalmente me metía delante de ella, que se ponía enferma porque no lo soportaba", ha relatado Kiko Matamoros.
Sin embargo, la fase más cocainómana de la vida de Matamoros tiene a la colaboradora de 'Viva la Vida', la ex de Brad Pitt, la del telecupón, la abuela rubia explosiva como coprotagonista: "Cuando estuve con Makoke fue la etapa de mi vida donde sí hice del consumo de la cocaína algo habitual, como consecuencia de eso sucedieron episodios, en alguna ocasión desagradable, en otros complicado desde el punto de vista legal... Y llegó a condicionar incluso mis relaciones sexuales. Si no consumía, no me apetecía absolutamente nada", confesaba Kiko matizando que, al final de su relación, le producía incluso rechazo su estado a la hora de tener sexo con la madre de Javier Tudela y su hija Anita Matamoros.
"Cuando Makoke estuvo embarazada de mi hija Ana, dejé de consumir un año y medio por no causarle preocupación, quería que mi hija estuviera sana y feliz, incluso dejé de fumar, también lo dejé durante temporadas largas cuando salía con amigos a entrenar al ciclismo cuando estaba con Marián", ha ejemplificado Kiko, que cree poder dejar de consumir cuando quiera, como en esos episodios de su vida, motivo principal por el que nunca ha pensado en acudir a especialistas para desintoxicarse, porque lo tiene todo controlado...
Antonio David Flores, curioso donde los haya, ha querido indagar en la drogodependencia de Matamoros preguntándole si su exmujer también le daba al azúcar refinada, a la nieve del Belén o cómo queráis llamarlo. Kiko ha sido escueto, pero claro: "No voy a señalar a nadie, pero creo que era voz pópuli. Lo que puedo asegurar es que Makoke cuando estuvo conmigo no aprendió nada nuevo", ha dicho señalando a que estos malos hábitos formaban parte de 'Makoka' (me lo ha puesto a huevo, lo siento) antes de conocerle.
Kiko ha finalizado su cronología sin temor a ser juzgado por sus compañeros, de hecho, ha utilizado a uno de ellos para definir alguna situación: "Cuando me separé de Makoke, tal y como definió Montero como episodios 'sórdidos', es verdad que tuve unos episodios y volví a consumir como cuando tenía 20 años, lo relacionaba con el salir y con la evasión, pero cuando empecé con Marta, como ella es anti todo esto dejé de hacerlo, sí que he consumido en algún momento, pero me sentía ridículo porque lo hacía yo en soledad. Cuando vienen amigos ella me regaña, me mira y se enfada", ha declarado ensalzando, una vez más, la figura de su novia Marta López Álamo, la mujer que se juega un pinzamiento lumbar en cada pose de foto postureo para Instagram.
Fotos | Telecinco y GTres
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