Anoche se celebró la gala de los Oscar, eventazo oficial del cine que recoge a todas las celebs de punta en blanco, y más que regalarnos los típicos discursitos de los intérpretes galardonados de turno donde agradecen a cada integrante de su árbol genealógico mientras levantan la ansiada estatuilla y se deshidratan llorando cual magdalena, pareció una misa rutinaria de domingo porque se repartieron hostias a diestro y siniestro.
El combate de boxeo improvisado se originó cuando el cómico Chris Rock, que debe ser el Deivid Broncano de esos lares, estaba haciendo uno de los monólogos habituales de esas galas para provocar la risa fake mejor interpretada por el colectivo actoral allí presente cuando este se metió con el pelo de Jada Pinkett (señora esposa de Will Smith).
Más concretamente, el humorista se burló de la alopecia de la intérprete con la que ella misma reconoció en su momento que las pasó canutas cuando aparecieron los primeros síntomas de la enfermedad. Esto provocó que Will invocara desde lo más profundo de su body a su alter ego pandillero, 'El príncipe de Bel Air', y se subiera al escenario para propinarle al susodicho una guantá de esas que te formatea el sistema operativo indefinidamente: "Quita el nombre de mi mujer de tu pu** boca", le gritó el actor desde su asiento.
Uno que no ha tardado en dar su opinión ante tal bochornosa escenita ha sido el retoño del matrimonio, Jaden Smith. El chiquillo ha utilizado su perfil de 'Twitter' para reaccionar a la manita poco relajá de su padre y, lejos de pedir un sorry en su nombre, ha avivado el fuego del boxing-drama defendiendo el comportamiento de este: "Y así es como lo hacemos", ha sentenciado el chavalín, dejando clarísimo que el diálogo no reina en su casoplón a la ahora de solucionar los problemitas.
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