Atención porque se viene un capítulo adicional en esta trilogía de 'Cantora: la herencia envenenada'. Unas nuevas imágenes de Kiko Rivera cobrando en negro una cantidad de dinero sospechosa por un intercambio todavía más sospechoso han hecho saltar las alarmas y las lágrimas de Anabel Pantoja en 'Sálvame'.
En dichas imágenes se podía ver a un Paquirrín en el punto más alto y preocupante de su adicción en los asientos delanteros de un coche tras acordar la venta de varios kilos de harina, la necesaria como para que un convento de monjas hiciera magdalenas y huesos de santo durante tres años.
Los trapicheos de Kiko estaban muy bien pagados, 600 euros por el arsenal vendido en ese vídeo del Pleistoceno pantojil, en el año 2004 concretamente. Unas imágenes a las que se ha tenido que enfrentar con los ojos cargados (de lágrimas, eh) Anabel Pantoja.
Los colaboradores han puesto el grito en el cielo (eso se les da muy bien) al ver este cebo constante de los intercambios de Kiko, recriminándole parte de la culpa a la Pantoja, que según ellos ocultó este problema de drogadicción su hijo para quedar bien de cara a la prensa. Una versión que la reina de la pantosensualidad, Anabé (la Beyoncé de su tierra), ha intentado contradecir con todas sus fuerzas.
"Independientemente de lo que ha contado Kiko, de que su madre no sabía ni el nombre del médico, yo me pongo en su lugar y sé que ha actuado mal en muchas cosas, pero: ¿vosotros pensáis que mi tía va a querer que su hijo acabe ahí (vendiendo droga)? Aunque esté en su mano poder ayudarle, ¿hubiera podido?", ha dicho la primísima de los Pantoja dirigiéndose a Caparrós, que también ha sido adicto confeso a las drogas.
Anabel Pantoja ha continuado defendiendo a su tía, insinuando que la gente se está cebando con ella como villana de toda esta historia y que es muy cruel encasquetarle también el tema de las drogas: "Igual podía haber hecho más, pero ya está bien, ¿pero de verdad pensáis que mi tía iba a dejar que su hijo acabara así? Eso es lo que se está dejando caer desde hace 15 días", ha incidido matizando el verbo "querer" por "dejar".
La llamada de Irene Rosales
Irene Rosales ha llamado muy afectada al programa por las deleznables imágenes de un Kiko fuera de sí que un día podrán ver sus hijas. La mujer de Kiko ha garantizado que se ha mantenido al margen del conflicto madre e hijo por la naturaleza de las herencias, pero que el tema de las drogas se lo ha comido ella enterito y por eso tiene potestad más que suficiente para hablar sobre él.
Más calentita que el termómetro del la Antorcha Humana de 'Los 4 Fantásticos', Irene ha querido zanjar cuál fue el papel de Isabel Pantoja en la recuperación de Kiko (por mucho que se antoje la primi en defender a su tita): "Es cierto que en el único momento en el que estuvo su madre nos ayudó fue en la semana del Rocío. Una vez que vinimos a casa, ahí nunca más ha ayudado", ha comenzado diciendo vía telefónica.
La Rosales ha aclarado que las únicas personas que han ayudado a Kiko a salir de la droga han sido ella misma y dos amigos del Dj a los que llama "compadres" (Fran y Millán).
"Ahí podría haber ayudado la madre, lo digo porque nos duele a día de hoy y seguimos sufriéndolo. Cuando Kiko dijo que no había tenido nunca la ayuda de su madre, es verdad. Le salió del corazón y aquí lo hemos tenido que tragar durante mucho tiempo", ha continuado Irene declarándole la guerra ahora ella también a la Pantoja.
Irene Rosales está a día de hoy totalmente sobrepasada por todo lo que ha pasado con Kiko Rivera y las drogas: "No estoy bien psicológicamente, porque he tenido que cargar con cosas que me correspondían, pero también a otros ayudar a Kiko. Ella pudo huir de la realidad un mes, pero al segundo mes no puede huir nadie", decía al escuchar la excusa barata de Anabel, que defendía que Isabel no quería ver el problema de su hijo.
"No tengo nada que hablar con Isabel Pantoja, en su día le pedí la ayuda que le tenía que pedir para que solucionáramos el problema con su hijo y fin", ha dicho Irene garantizando que ella siempre quiso internar a Kiko Rivera en un centro de rehabilitación, pero que fue su madre la que no cedió porque su hijo era un personaje público.
Isabel se comprometió, por tanto, a apoyar y a dar su brazo a torcer con la drogadicción de Kiko, algo que nunca llegó, por mucho que dijera que sí en 'GH Dúo'. "Ella no volvió a hablar nunca más del tema. Bueno, después de lo de la infidelidad en el 'Deluxe', me llamó para preguntarme si su depresión venía porque había vuelto a caer en la droga", ha revelado por primera vez Irene Rosales.
"Hay maneras y maneras de poder decir la verdad. Anabel dice que Isabel hizo todo lo que pudo, a eso me refiero. Yo sé que ella en el fondo sabe que su tía pudo hacer mucho más. Ella sabe todo lo que he sufrido, es más, a veces me lo dice", ha dicho Irene soltando el gordo contra Anabel Pantoja a eso de las 17:00h de la tarde.
Irene ha mostrado sin reparo lo cabreada que estaba con su prima política: "¡Joder! Con todas las conversaciones que hemos tenido... Sólo en esto (lo de las drogas), podría haber sido más flexible sabiendo lo duro que ha sido para mí. Me duele", ha insistido muy tajante y afectada con los comentarios de Anabel.
Anabel Pantoja se ha defendido diciendo que ella solo ha querido dejar claro que la tonadillera no es la responsable de la enfermedad de su hijo. "La culpa no la tiene nadie, me refiero a que en el momento en que movemos hilos para que su hijo se cure, él podría haber hecho más", ha respondido Irene asumiendo que en esta historia no hay villanos que no indujeron a la droga.
La colaboradora y profe de 'airobi' en redes ha culpado al hermetismo con el que vivieron el problema tanto Kiko Rivera como ella, su interlocutora, su mujer, ya que a Anabel no se le cogían los teléfonos y, de hecho, asegura que fue la última en enterarse: "Se llegó a cerrar un círculo de cuanta menos gente mejor junto a mi primo", decía la panto-prima que es más de Heinz.
Belén Esteban ha querido saber qué opinaba Irene de la defensa de su tía que ha hecho Anabel: "Lo que yo he vivido, no se puede defender de esa manera. Simplemente (Anabel) tenía que decir, 'es verdad, mi tía se enteró y tomó la decisión errónea de llevárselo una semana al Rocío'. Una solución no es una semana, es más, llevamos tres años y esto no se acaba de la noche a la mañana. No creo que porque ella diga la verdad y dé la cara por mi lucha hubiera sido más fácil", respondía Irene.
Anabel se rompe por las palabras de Irene
"Lo digo por ella. Es más fácil decir que, aunque Isabel Pantoja haya hecho cosas muy buenas por Kiko como los espectaculares cumpleaños que le ha montado, luego no ha estado cuando tuvo el gran problema de salud", ha continuado la mujer de Kiko mientras que Anabel asentía y lloraba al mismo tiempo, diciendo que su cuñi llevaba razón.
Irene ha continuado sincerándose con su prima política, asegurándole que, aunque esté dolida con ella, a la que más daño se hace es a sí misma: "Creo que Anabel siente mucha responsabilidad porque no quiere fallar ni a uno ni a otro, pero esto no es de nadie, solamente es lo que ella opine y tú misma, Anabel, te sientes mal a la hora de opinar y te enfureces tú cuando dices lo que no es en vez de decir que se equivocó buscando una solución de una semana".
Anabel ha querido disculparse con Irene, aunque sin saber muy bien por qué. Rosales le ha repetido que le ha molestado la falta de claridad a la hora de ser firme con la realidad: su tía no estuvo al lado de Kiko Rivera durante su recuperación. Ambas han acabado llorando y con un tono que no se correspondía con el cariño que estaban asegurando que se tienen. ¿Es esta llamada la fisura definitiva entre Anabel e Irene?
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