Cachondo como él solo, más guaperas que en la ficción y con un desparpajo capaz de eclipsar las preguntas más randoms de Pablo Motos. Así de despampanante se ha mostrado William Levy en su primera entrevista en 'El Hormiguero', donde se ha partido el ojete de la risa el 90% del tiempo incluso cuando ha hablado de la fatiguita que le tocó pasar en su país natal, Cuba.
Aunque muchos y muchas os hayáis quedado embobades contemplando la belleza sobrenatural del prota de 'Café con aroma de mujer', no os preocupéis, que tampoco es que se le entendiera mucho al hablar con ese sexy a la par que incomprensible acento cubano sabrosón. Es por eso que hemos recurrido a la cámara "superlenta" de la que tanto presume Motos en su programa para captar las declaraciones más duras sobre su vida.
Cuando Pablo Motos ha preguntado a Levy sobre si llegó a pasar más hambre que Kiko Rivera en un restaurante para veganos: "¿Que si pasaba hambre? Cuando la gente me pregunta que cómo estoy así les digo 'pasé 15 años haciendo dieta obligado por el Gobierno'", ha respondido a carcajadas dejando un poco loco al presentador.
Para hablar de la etapa más dura de su vida, el que necesitamos que deje su aroma en nuestros cafés se ha remontado al año 89: "No había nada, nos daban un pan al día. Ahora estamos igual que en el 93 o el 94, un nuevo periodo especial donde la gente pasa hambre. No puedes comprar pollos ni aunque tengas para comprarlo. Todos tienen que tener igual, pero en medio de todo uno buscaba la felicidad", ha confesado Levy comparando la situación de entonces con la que atraviesa hoy Cuba.
A pesar de la crudeza del comunismo en su vida, el prota de telenovelas ha narrado algunas de las anécdotas más divertidas de su juventud: "En la ciudad no se podían criar animales. Nos montábamos todos los vecinos y decidíamos a uno, que iba al campo, compraba un puerco y lo criaba en la bañera. Si te veían con un puerco en la calle, te metían veinte años preso. No estoy exagerando. Lo criábamos hasta el 31 de diciembre y nos lo comíamos", ha continuado.
De hecho, muchos llegaron a recoger pollos para criarlos en casa y poder comerlos más tarde. En el informativo William encontró el tutorial donde aprender a cuidar los siete que él había conseguido meter en casa: "En el noticiero decían '¡Al pollo se le da pan mojado!' ¿Qué? ¿El pan del día? 'Y manténganlo en la luz con un foco', ¿qué foco, me quedo sin energía? De los siete pollos se te mueren seis y el que te queda es como tu mascota, es como un perro. ¡Ya no lo querían matar!", ha explicado con sorna.
Su físico le dio de comer
Sus inicios en el mundo de la moda consiguieron concadenar unos años de mucho trabajo que han desembocado en el exitazo que está cosechando ahora adornando todas las calles de España con sus fotos para la campaña de Emidio Tucci de 'El Corte Inglés':
"El segundo año de universidad yo jugaba al béisbol. Mi mamá se quedó soltera, sola conmigo y mi hermano y tuve que dejar la universidad. Me tuve que meter en producción. Me dijeron que tenía que modelar, me propusieron hacer un portafolio, pero costaban muy caras las fotos", decía explicando el porqué no accedió a tener un book hasta que le pudieron pagar sus posados.
Finalmente, como era de recibo, su imponente físico acabó consiguiendo sacarlo de la necesidad para sumirnos a todos en la necesidad de tener al lado un maromo como él: "Llegué a la sexta planta de un edificio al que llegué por casualidad. Estuve unos 15 minutos/media hora, me dijeron que todas las agencias me aceptaron. Me pagaron 1.220 dólares al día, fueron tres. Yo dije '¿WHAT?', nunca había visto tanto dinero en mi vida. Entonces mi mamá se puso muy contenta, empecé a trabajar y trabajar desde entonces", ha zanjado el invitado.
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