Miriam Sánchez forma parte de la época dorada de los realities de Telecinco. Cuando aún 'Mujeres y Hombres y Viceversa' era un formato de culto del trospidismo cani y choni con señores embutidos en ropa de cinco tallas menos y mujeres subidas a tacones que podrían ser considerados andamios por el ayuntamiento, la exactriz de cine se hizo un hueco en televisión tras su victoria en 'Supervivientes' como asesora del amor del programa de Emma García. La que por aquel entonces era pareja de Pipi Estrada fue habitual en los programas de Mediaset España hasta que, de la noche a la mañana, desapareció como nos gustaría que lo hiciera el covid: sin hacer ni un ruido.
Desde aquella entrevista en 'Sábado Deluxe' donde reconocía algunas malas decisiones que había tomado en la vida, la excolaboradora no había vuelto a salir a la luz pública para hablar de sus problemas: hasta hoy. Miriam ha dado la cara para aclarar algunas de las informaciones que se estaban filtrando sobre ella y el complicado momento que atraviesa.
Sánchez ha comenzado reconociendo su adicción al alcohol: "Con toda esta serie de problemas acaba una en una adicción. Ya viene una predispuesta porque tiene un gen sí, y tiene una, una recaída, sí, y lo paga el que menos lo debe también. La mayoría de las mujeres que tienen adicciones no es por fiesta, es porque están maniatadas. Llego a un nivel de ansiedad que me bebo el agua de los charcos, y el Nilo también", ha reflexionado durante una charla telefónica con la redacción de 'Sálvame'.
"Estoy regular, quiero defenderme porque estoy leyendo cosas muy desagradables", ha continuado sin censura ni temas tabúes la extelecinquera antes de comprometerse públicamente a "limpiar su imagen" y a someterse a un tratamiento para superar sus problemas con la bebida tras que 'Sálvame' sacara a la luz su supuesto altercado en un bar madrileño donde un testigo afirma haberla visto "pegar al dueño" en un estado muy preocupante.
"Me puede tanto esto, estoy tan cansada... Ni siquiera estoy pensando en la puta moneda, que me están diciendo aquí 'dinero, dinero'. Digo 'qué coño el dinero'. Estoy buscando muchísimos centros y muchos centros hablan de la adicción de las mujeres. La mayoría de ellas es por situaciones como la mía", ha admitido con crudeza.
Lo más complicado para Miriam está siendo poder salir del pozo sin tener a nadie en quien apoyarse, ya que su entorno más cercano le ha dado la espalda a raíz de su alcoholismo: "He escrito diarios y diarios para desahogarme porque me servía como terapia de todo lo que he aguantado y todo lo que me ha pasado porque a veces pierdes la cordura de ti misma. Yo no voy a decir nada de mi familia, pero no hay relación. En el cine no te quieren si no has estado en televisión, no pasa nada, buscamos lo que sea, yo soy súper perro flauta, cada día más", ha matizado poniendo fin a su relato más duro.
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