Antonio David Flores ha jugado a ser influencer, es decir, ha aparecido disimulando ante las cámaras estar más feliz que una perdiz, como una rosa mosqueta, más o menos como cuando llegabas a casa después de una buena juerga y hacías el papelón de tu vida para evitar que se dieran cuenta que ibas como las dos Grecas después de una tarde con Massiel.
La periodista Marta Riesco ('El Programa de AR') ha pillado a Anthony Deivid Flowers saliendo del garaje de su casa de Málaga para preguntarle por esa reunión con sus abogados de SEIS horazas que tuvo lugar el pasado martes 6 de abril con motivo de las incendiarias declaraciones de Rocío Carrasco en la docuserie... ¡Claro, desde que no está en 'Sálvame', echa de menos esa frenético ritmo de vida consistente en trabajar más horas que un mormón!
"Estoy bien, muy tranquilo, muy relajado. La reunión era necesaria en el punto que nos encontramos", declaraba con auriculares mientras conducía un vehículo (muy mal), con una mascarilla bordada con sus iniciales cual Cristo Rey y sonando menos convincente que el alegato de Marina Yers sobre que el agua no hidrata.
Sin embargo, lo que nadie se esperaba a estas alturas de la película (bueno, de la serie documental) es que Antonio David pudiera tener un motivo de celebración. "Tengo que hacer cosillas, unas diligencias con mi David. Vamos a ir a la universidad a recoger su título", admitía muy ilusionado el malagueño con la mirada cómplice de su hijo, sentado en el asiento de copiloto y aparentemente feliz por este gran avance personal y profesional.
Se ve que David Flores, el hijo pequeño de la expareja de la temporada (lo siento por los de 'La Isla de las Tentaciones', dos meses liándola parda, y llegan unos más mayores puteándose el triple sin necesidad de ir al Caribe), ha finalizado sus estudios de Técnico de Gestión Administrativa que ha realizado estos dos últimos años en Málaga.
Fotos | GTres
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