Ya lo dijo Jorge Javier Vázquez en 'Sálvame' horas antes de que una de las emisiones más vistas de esta segunda temporada de 'En el nombre de Rocío' viera la luz: "Esta noche va a morir mediáticamente Ortega Cano", y no se quedó corto. Rocío Carrasco soltó la bomba de forma indirecta y Kiko Hernández se encargó bien de recogerla y arrojarla donde tenía que explotar: en la imagen del torero.
En este décimo episodio de la docuserie, Rocío Carrasco ha reconocido que su madre le dejó en el testamento un diario donde la cantante describía los presuntos malos tratos de José Ortega Cano a Rocío Jurado:
“Mi madre me llamó un día a las tres de la mañana para que fuéramos a recogerla. Cuando llegué me la encontré en las escaleras de la finca con dos maletas sentada en un escalón. 'Me ha dicho que me vaya', me dijo... Él sabe perfectamente que no se portó como se tenía que portar. Fue un perro. Bueno, no, por respeto a los perros, fue muy mala persona y tiene que vivir con eso”, ha comenzado relatando la hija de 'la más grande' en su programa.
Cuando Kiko Hernández hace público que el contenido de ese diario que le deja su madre contiene en sus primeros renglones “Son las 8 de la mañana ya me ha dado la primera hostia”, Rocío Carrasco ha instado a que la próxima vez que Ana Rosa Quintana le haga una entrevista sea ella misma quien se lo pregunte: “La próxima vez que vaya a una entrevista, que tengan lo que tienen que tener y se lo pregunten”, dijo no sin añadir que el diestro tiene una copia de ese documento.
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