Carlota Corredera ha sido el hada madrina que ha conseguido que, tras 15 años de silencio, tragando las calabazas que le ha ido dando la justicia y el favor del público, nuestra Cenicienta patria (Rociíenta) se haya subido al carrusel de la verdad y se haya apuntado al baile de la batalla pública de la que siempre había intentado mantenerse al margen.
Pues bien, siguiendo con este símil tan oportuno donde los periodistas que tanta cobertura han dado a la versión de Antonio David serían los ratoncitos (un cementerio de ¿buenas? intenciones), las quasi-hermanastras Gloria Camila y Rocío Flores (que en realidad son tía y sobrina) podrían haber sido las grandes damnificadas del testimonio de Rocío Carrasco en la primera parte de la docuserie.
Según sostuvo Carlot-hada Madrina Corredera, Gloria K y Rocío Fló habrían dejado de ser Pili y Mili, las Azúcar Moreno Blanco Refinado, las amiguis inseparables y apoyos incondicionales que habían supuesto la una para la otra hasta la fecha. Una información que tía y sobrina salieron a desmentir en cuanto tuvieron una alcachofa delante (me refiero al micrófono, no al plato fetiche de Carlos Ríos).
Ahora es Carlota Corredera la que, aprovechando la presencia de los medios en la ceremonia de su primer premio como presentadora en Ávila, ha salido a poner los puntos sobre los AntonioDavíes a Gloria Camila y a Ro Flores: "No me voy a mover. A mí me consta que hay un enfriamiento. Por lo menos lo hubo al terminar el documental. A mí en junio me consta que Gloria Camila empezó a hacerse preguntas", decía la presentadora de 'Sálvame' a los compañeros de GTRES.
"Me lo dijo ella, el dos de junio: 'Estoy abierta a una reconciliación y por mi parte si hay pasos no los voy a frenar'", ha continuado la Corredera de bolsa (del salseo) matizando que fue la propia hija de Ortega Cano la que le contó que quería retomar la relación con su hermana Rocío Carrasco.
Vía | GTRES
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